El estudio de un grupo de investigadores europeos, con participación de la Universidad de Oviedo ha descubierto las claves que explican la diversidad de aves en los medios insulares. En el caso de Canarias vincula la presencia de unas especies endémicas en las islas y no de otras por la distancia que deben recorrer. Por ejemplo desde el cercano continente africano serían 95 kilómetros de vuelo, lo cual no está al alcance de todas y eso limita la presencia de unas colonias u otras.

El trabajo, publicado en la revista Nature, y en el que ha participado personal de los campos de la ornitología, la biología evolutiva y las matemáticas, ha logrado dicho avance tras generar la mayor base de datos filogenéticos obtenida hasta la fecha sobre colonización, diversificación y extinción de aves insulares en el mundo. La información genética o filogenética ha servido para inferir cuándo colonizaron las aves insulares, cómo se formaron las nuevas especies, y cuándo se extinguieron las que no sobrevivieron hasta la actualidad.

Esta información se combinó con el tamaño de la isla y su distancia al continente, que sería el lugar desde partieron los ancestros de las especies insulares. Tal y como muestra el estudio, las relaciones globales fundamentales para el origen y mantenimiento del conjunto de especies giran en torno a tres principios: un decrecimiento de la colonización con el aislamiento; una disminución de la extinción con el tamaño de la isla (a la misma distancia, la extinción será más alta en las pequeñas); y un incremento de las diferencias entre especies con el tamaño y el aislamiento de la isla.

Se han muestreado 41 archipiélagos de todos los océanos, con 596 taxones -grupos en que se califican a los seres vivos-, tanto de los medios insulares como sus familiares continentales cercanos.

En cuanto al aislamiento ha de tenerse en cuenta que las aves terrestres no pueden volar de manera indefinida, sino que deben parar, descansar y alimentarse. Si salen, por ejemplo, de la costa africana tienen que recorrer 95 kilómetros para llegar a Canarias. Esa distancia limita el número de especies que puedan llegar. Si existiera un archipiélago similar a Canarias a 30 kilómetros de África, albergaría un mayor número de especies terrestres. Y otro ficticio a 10, todavía más que Canarias y el de 30.

Los archipiélagos oceánicos se disponen a diferentes distancias de sus continentes. El personal investigador los visitó y tomó muestras de las especies de aves que viven allí. También estudió las de los continentes más cercanos y de este modo pudo confirmar que esta teoría biogeográfica se cumplía.