Canarias continúa impartiendo clases en 137 barracones, repartidos en 77 centros educativos de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife. Si bien, la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes desconoce el número de alumnos que se ve obligado a ir a clase en este tipo de infraestructuras, nombradas eufemísticamente como "aulas modulares".
Ampliar los colegios e institutos de las Islas con la instalación de barracones fue una medida provisional que se puso en marcha hace 18 años, pero su presencia se ha cronificado a lo largo de los años. Ahora, el nuevo equipo de la Consejería se ha marcado como objetivo acabar progresivamente con estos espacios.
"La palabra barracón es despectiva y los equipos directivos que trabajan en ellos se sienten humillados cuando hablamos de barracones, porque son aulas a las que los docentes y los alumnos les han puesto mucho cariño y están muy cuidadas", apunta la Directora General de Centros, Infraestructura y Promoción Educativa, María Candelaria González. Quien detalla que, cuando se incorporó al Gobierno elaboró un registro de las aulas modulares, que hasta entonces no existía, y que ha recorrido los centros en los que están presentes estas instalaciones. El objetivo de estas visitas era conocer el estado en el que estaban para "exigir a las empresas su mantenimiento y la puesta a punto del aire acondicionado, de la instalación eléctrica, de las puertas y de la seguridad". Una tarea que, asegura, es la primera vez que se realiza.
Según González, la Consejería desconoce la cantidad de estudiantes que recibe su formación en las aulas modulares, "porque en muchas no se imparten clases". En este sentido, la directora general añade que, aunque inicialmente se planificaron como aulas, con la bajada del número de alumnos en los centros educativos, los estudiantes se han podido distribuir en otras aulas del centro y los barracones se han destinado a diversos usos como la biblioteca, la sala de profesores, almacén de material deportivo, aulas para hacer desdoble u oficinas. Por esto, sostiene la directora general, "muchos centros no quieren que se les retiren e, incluso, piden aulas modulares".
La mayoría de los barracones están en régimen de alquiler y el resto son propiedad del Gobierno de Canarias. Esto, según explicó en septiembre la Consejera del área, María José Guerra, durante una comparecencia en el pleno del Parlamento de Canarias, "conlleva un coste elevado". En Lanzarote y en Tenerife hay instaladas 49 aulas modulares, 23 en Fuerteventura y 16 en Gran Canaria.
Este curso se retiraron 12 barracones en Lanzarote, diez en el CEIP La Destila y dos en el IES Yaiza. González detalló que de cara al próximo curso continuarán reduciendo el número de aulas modulares y sustituirán otras 14 en Lanzarote -6 en el CEIP Playa Blanca, 4 en el IES Haría y 4 en el IES Yaiza-. Asimismo, con la inauguración del IES Parque La Reina, en el sur de Tenerife, se podrán retirar otras 30. En Fuerteventura, se quitarán dos barracones en el CEIP Villaverdey otros cinco en el CEIP Morrojable.
La presidenta de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) en Las Palmas, María Perera, destaca la importancia de contar con unas buenas infraestructuras en el entorno educativo, ya que muchas veces no se tiene en cuenta que los profesores y los alumnos pasan una gran cantidad de tiempo en los colegios e institutos, que se convierten en el segundo espacio en el que más tiempo están. "No solo es conveniente, sino que, es necesario crear un ambiente en el que se sientan cómodos y seguros, facilitando el material para el proceso de desarrollo y de socialización", afirma Perera. Quien, en ese sentido, destaca que tener escuelas en buen estado es determinante para que los alumnos obtengan los resultados académicos esperados. "Unas infraestructuras adecuadas influyen en la asistencia y en la culminación de los ciclos académicos, en la motivación de los docentes y en los resultados de aprendizaje", asegura.
En esta línea, desde el sindicato advierten de que con "parcheos" no se aplaca el efecto visual de los barracones y denuncian que muchas veces las mejoras de este tipo de edificaciones depende de la implicación de los propios docentes, e incluso, de los padres.
Los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2020 asignan 40,7 millones de euros a la inversión de la mejora de los centros educativos de las Islas, tarea que corre a cargo de la Dirección General de Centros, Infraestructura y Promoción Educativa, liderada por María Candelaria González. Esta cifra supone un incremento del 7,64 % con respecto a lo previsto en los anteriores presupuesto. En concreto, la partida para la sustitución de aulas modulares asciende a 1,05 millones de euros y está dispuesto destinar 1,13 millones a la retirada de amianto en los centros educativos del Archipiélago. El presupuesto total de esta Dirección General es de 153.599.079 millones, lo que representa una subida del 5,5% en relación a la cantidad que tenía asignada el área en el anterior ejercicio.
