Un panel con imágenes de quienes hace 25 años eran estudiantes despierta la curiosidad en el vestíbulo del módulo A de la Facultad de Educación, en la lagunera calle Heraclio Sánchez, antes del acto central conmemorativo del cuarto de siglo de existencia del centro educativo de la ULL. Entre la incredulidad -"¿Pero este es Miguel?"- y la clara evidencia del paso del tiempo. En un lado, con la humildad por bandera, la joven Andrea Renée González Rosquete disfruta del día en el que su cartel gana el concurso organizado por la efemérides. Hizo tres bocetos y los otros dos figuraban en el hall entre los siete que no resultaron ganadores.

Andrea tiene 19 años y estudia segundo de Educación Infantil. Recuerda: "Sobre finales de diciembre o principios de enero llegó la propuesta y aproveché las noches en que estudiaba de cara a los exámenes para elaborar los diseños". Residente en Santa Úrsula, aunque nacida en Venezuela, Andrea pensó en que "nosotros enseñamos y también aprendemos de los alumnos; es como una especie de cadena en un acto de dar y recibir". De ahí el lema: "25 años enseñando a cambiar el mundo". Porque, opina, "podemos influir en muchos chicos y ellos también en nosotros. Nos enseñan a enseñar". Andrea se considera "vocacional" y aspira "algún día" a dar clase a niños. Pero a algunos en especial. Por eso, asegura, "quiero estudiar la lengua de signos y tener alumnos con discapacidad auditiva".