La celebración del 14 de febrero como Día de los Enamorados sirve a profesionales de la Psicología para analizar el fenómeno más allá de la perspectiva del consumo y de la idealización de las relaciones de pareja. La psicóloga y sexóloga Laura Castellano aclara que "no es negativo celebrar el amor", pero señala que "genera una falsa expectativa de lo que es el amor real y entramos en los mitos del amor romántico". Uno de los riesgos se halla en la gente más joven, inexperta e influenciable por las expectativas de lo que es el amor y puede favorecer el concepto de que lo ideal es la vida en pareja, según esta profesional. Y, como consecuencia, hay quienes piensan que estar solo o sola es negativo, "por lo que mantienen una convivencia en pareja cuando en realidad no son felices".

Para Castellano, "todos los seres humanos tenemos esquemas sobre qué es correcto y qué no", que se han asimilado de forma cultural durante milenios. Está convencida de que puede haber situaciones desagradables "si no tengo habilidades o conciencia de que las cosas pueden ser de otra manera, así como que se llegue a la dependencia emocional" por mantener la vida con una pareja.

Laura Castellano estima que, en el caso de adolescentes y jóvenes, "la dependencia emocional es mayor en las chicas, porque en nuestro proceso cultural se nos enseña que tenemos que atender y cuidar a nuestras parejas".

Desde su punto de vista, "a edades tempranas los chicos viven las relaciones de una forma más libre, mientras que las chicas se enganchan más a ese esquema romántico idealizado". A juicio de dicha psicóloga y sexóloga, esa percepción de las relaciones entre las adolescentes y jóvenes "ha cambiado" durante los últimos años, pero no de manera sustancial".

Aclara que "a los adolescentes les pesa todavía" esa idealización del amor romántico, "por lo que queda todavía mucho trabajo por hacer" para evitar que caigan en la citada dependencia emocional.

Insiste: "está bien celebrar el amor, pero debemos ser conscientes de que no todo el mundo quiere celebrarlo ni está obligado a hacerlo porque se establece un día concreto". Con la imposición de una fecha en el calendario, si la otra persona no se acuerda de regalar algo "parece que no te quiere". Castellano plantea que "querer no es acordarse del Día de San Valentín, sino cuidar y atender a tu pareja todos los días".

El psicólogo Leocadio Martín apunta que "no debe tener un significado especial más que el que pueda tener cualquier día en una relación de pareja". Admite que es posible que la presión social y publicitaria nos haga "sobredimensionarlo" como una jornada en la que debemos hacer algo distinto, "pero el amor se construye todos los días". Castellano resalta la importancia de tener capacidad "para comprender que si una persona está sola o pasa por una etapa de soledad no es un problema, sino que, incluso, puede ser recomendable". Según esta psicóloga, "lo ideal es lo que cada uno o cada una sienta que quiere hacer en un momento de su vida".

Resalta que "hay quien encaja en el perfil de pareja estable y monógama; y habrá otras personas que no". "En sexualidad y en psicología no hay nada adecuado o inadecuado, siempre que se respeten los derechos de las personas; no hay un modelo único de relaciones", matiza esta experta en ambas materias. Ante la llegada del 14 de febrero, Castellano manifiesta que "el amor no debe completar a nadie; la persona debe ser completa por sí misma y el amor tiene que enriquecerla y hacerla más feliz". Es decir, "no hay que depender de tener pareja para ser feliz", dice, a la vez que opina que "lo importante es que cada persona decida en libetad".

En una jornada basada en una consolidada campaña comercial, Laura Castellano advierte de que "no te demuestro que te quiero más por regalarte algo muy grande y muy caro el 14 de febrero". Aunque nadie está obligado a hacerlo, como es evidente, "regalar es un detalle que una persona puede tener con otra, pero no es una prueba de amor", comenta. Y añade que, "si alguien quiere hacerlo, que sea siempre dentro de sus posibilidades económicas", puesto que "por regalar no vamos a demostrar amor".

Para Leocadio Martín, el Día de San Valentín no tiene por qué ser una jornada de convivencia especial, "sino que debemos interpretarla según sintamos; puede ser especial si decidimos que sea así, nunca por obligación o por presión". ¿Algunos pueden pensar que es una oportunidad para compensar un enfado con un regalo? Martín señala que "ni hablar". "La compensación de un enfado con un regalo nunca es una buena idea; los enfados se solucionan con mucho diálogo y respeto".

¿Tal vez una excusa para darse un capricho o una experiencia diferente? En opinión de este profesional, "desde luego que sí; aprovechar la ocasión -y las ofertas- no está mal, aunque la celebración del amor siempre tiene más sentido en la intimidad".

Este psicólogo, autor del libro Felicidad, qué ayuda y qué no. Psicología para entendernos, está convencido de que el 14 de febrero "se ha sobredimensionado, de manera indudable". Indica que no es, siquiera, una fiesta como tal; nació como un reclamo publicitario para las ventas de un mes complicado tras la cuesta de enero. "Tiene la importancia que le queramos dar, pero, en general, es mucho más recomendable tener fechas, lugares o experiencias únicas para la pareja, más que seguir lo que nos inducen", afirma Martín.

Piensa que la intensificación de los mensajes para quienes tienen pareja y están enamorados puede producir "un efecto colateral muy pernicioso", en la medida en que, en algunos casos, consigue que quien esté solo o experimente un proceso de ruptura lo pase realmente mal.

Respecto a nuevas tendencias en las relaciones interpersonales, como el denominado poliamor, Leocadio Martín una celebración como la de hoy no tienen encaje alguno, "porque lo que pretende, en teoría, es celebrar el amor romántico entre dos personas; y, aunque no sea muy científico, creo que estas formas de relación no llegan a encajar con él".