Los centros de mayores del Archipiélago solo atienden a uno de cada diez isleños. En otras palabras, de los 331.530 mayores de 65 años que residen en Canarias, solo acceden cada año a los centros especializados unos 46.000, según datos de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud. En toda Canarias hay 24 centros de mayores, lo que significa que estas infraestructuras no están presentes en todos los municipios. Y, aunque hay ayuntamientos que han adquirido compromisos con sus ciudadanos y han impulsado sus propios servicios, la oferta es escasa y "no permite que lleguemos a todas las personas que lo requieren", como señala Jonás González, director general de Derechos Sociales.

En este sentido, González explica que la Consejería de Derechos Sociales está trabajando para mejorar esta situación, habiendo incrementado un 18% el presupuesto dedicado a estos centros. En total, este año, la red de centros del Archipiélago dispondrá de 2,7 millones de euros, lo que "permitirá potenciar las actividades" a las que puedan asistir sus usuarios y "crear comunidad".

La epidemia de la soledad

Esta es solo una de las estrategias en las que el Gobierno de Canarias está enfocando su acción para poder dar respuesta a la totalidad del problema que engloba la soledad que afecta a las personas mayores. Y es que, en las Islas, hay 71.000 mayores de 65 años que viven solos, según la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y cada año el Teléfono de Atención Al Mayor de Canarias recibe unas 3.500 llamadas, la mayoría de personas que se sienten solas. Es decir, dos de cada diez mayores viven en soledad en Canarias, y no se conoce si esa soledad es buscada o impuesta.

Además, es una cifra que ha crecido en los últimos años como consecuencia de la tendencia demográfica. Pero, hasta ahora, los servicios e infraestructuras, así como la atención, no han evolucionado para dar respuesta a las necesidades de una población cada vez más envejecida. La situación es similar en el resto de España y así lo constata el último Informe sobre las Personas Mayores en España publicado por el Imserso en 2016. Dicho documento pone de manifiesto que el 22,37% de las personas mayores residen solas en un hogar unipersonal, es decir, unos dos millones de mayores en España. Estos hogares se forman, principalmente, cuando sobreviene la viudez y la persona permanece en el domicilio propio. Vivir solo o compartir el hogar con la pareja se ha convertido en una realidad que lleva décadas expandiéndose en España, así como en el resto de países occidentales: la independencia residencial entre las generaciones, en detrimento de la convivencia con hijos u otros familiares. Si las tendencias siguen en el mismo sentido, el Instituto Nacional de Estadística advierte en sus proyecciones demográficas y de hogares que, a quince años vista, en el 2033, habrá en España más de seis millones de personas que vivan solas.

Estrategia nacional

De ahí que el Ministerio de Sanidad, a través del Imserso, esté trabajando en la elaboración de una Estrategia de Lucha contra la Soledad no deseada de las Personas Mayores, retomando la idea que ya anunció en 2018 el anterior equipo de gobierno estatal. En un primer contacto, se ha pedido a Canarias unirse a uno de los grupos de trabajo de elaboración de esta nueva estrategia. "Queremos ver cómo la desarrolla el Estado, y por eso hemos parado cautelarmente la que estábamos haciendo para Canarias", explica Jonás González. El equipo de la Consejería de Derechos Sociales se reunirá previsiblemente la próxima semana para empezar a trabajar en esta estrategia conjunta y esperará a ver cuáles son "los compromisos económicos" del Estado para determinar cómo continúa desarrollando la estrategia canaria, para la que ya se habían concretado los trámites iniciales.

Entre los objetivos que establece la Estrategia nacional se encuentran priorizar a las personas mayores obligadas a vivir en soledad en los programas de ayuda a la discapacidad o a la dependencia, promover investigacines para entender el alcance y las características del problema de la soledad en mayores o mejorar la tasa de actividad y ocupación de estas personas en su entorno, ya sea a través de centros de mayores ,centros cívicos, lúdicos y deportivos o asociaciones. Desde Canarias, como medidas previas a la Estrategia, además del aumento presupuestario para los centros de mayores, se ha incrementado la aportación del Gobierno al Teléfono de la Esperanza y se han convocado una línea de subvenciones para Ayuntamientos y entidades del tercer sector que estén desarollando proyectos de intervención a personas con soledad.