Canarias sufrió ayer uno de los peores episodios de calima de los últimos años, sobre todo a partir del mediodía, cuando las fuertes rachas de viento procedente del continente africano llevaban soplando con fuerte intensidad desde la madrugada, con marcas como los 127 kilómetros por hora registradas poco antes del mediodía en Agulo, La Gomera.

Pero no solo eran los picos de viento puntuales, sino velocidades sostenidas por encima de los 50 kilómetros por hora como las que azotaban a las medianías del norte Gran Canaria, como ocurría en la cota de Valleseco.

En cualquier caso la peor parte se la llevaba la provincia de Santa Cruz de Tenerife, con más de 80 incidencias solo en la primera mitad del día, que obligaba a los servicios de seguridad y emergencia a trabajar a destajo.

El momento más difícil se vivía en San Miguel de Abona a primeras horas, cuando un pequeño conato se convertía, por la fuerza del viento, en un incendio que afectaba a una zona con palmeras en el barranco de Chayofa, y que obligaba, por la cercanía de las llamas a las viviendas, a evacuar a unos 70 residentes.

Los desperfectos en la isla de Gran Canaria tenían que ver con la caída de ramas o, incluso algún árbol, como ocurría en la calle Cayetano de Lugo de la capital, situada junto a la plaza Rafael O Shanahan, partido de cuajo desde la base del tronco e interrumpiendo el paso de vehículos.

Lo mismo ocurría en El Pajar, en la raya de San Bartolomé de Tirajana y Mogán, cuando se desplomaba una rama de eucalipto para cuya retirada se tuvo que recurrir a bomberos del Consorcio de Emergencias del Cabildo, sin que hubiera que reportar daños personales.

Mala mar

Con más ajetreo se vivía la jornada en la isla de La Gomera así como en La Palma, donde al aviso amarillo por fuertes vientos se le sumaba el de fenómenos costeros, que fue desactivado ya ayer por la tarde.

En la isla colombina, donde aullaba el aire por encima de los cien kilómetros por hora en la mitad sur, los cuerpos de seguridad se tenían que esforzar para despejar la calzada en Playa de Santiago, y en Vallehermoso y su pueblo de Alojera, entre otros puntos por la caída de contenedores, mobiliario urbano, y otros elementos.

Pero si por la mañana y mediodía el protagonista era el viento, el potente siroco iba sepultando al Archipiélago a partir de las primeras horas de la tarde, hasta el punto que según las estaciones de red que vigila la calidad del aire del Gobierno de Canaria disparaban las cifras de partículas en suspensión. En la estación del Mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria se apuntaban sobre las seis de la tarde 261 microgramos por metro cúbico de PM10, superando cuatro veces el valor considerado como normal para la protección de la salud.

También traía consigo una notable reducción de la visibilidad, si bien el tráfico aéreo continuaba con normalidad a últimas horas del día. Pero el polvo en suspensión no aflojaba en el archipiélago canario, sino que penetraba en el Atlántico hacia el oeste hasta llegar a América del Sur, y se bifurcaba con otra lengua hacia el norte, 'sobrevolando' tanto Madeira como Las Azores.

A este vendaval se sumaban las temperaturas, también dispuestas a dejarse sentir en pleno principio de febrero con valores por encima de los 30 grados centígrados. La marca se batía en La Aldea de San Nicolás, con 30,7 grados centígrados registrados al filo de las dos de la tarde, pero lo mismo ocurría en Puerto de la Cruz, con 30,6. E incluso en Arucas se aproximaban los termómetros al alza, con unos inusuales 28,3 grados centígrados, y en Tazacorte con 28,2

Para hoy miércoles la predicción apunta a más viento y más calima, de manera significativa, pero esta última con tendencia a remitir al paso de las horas. Las mayores rachas se esperan en las cumbres de Tenerife, donde, según la Agencia Estatal de Meteorología, de nuevo podrán superar los 75 kilómetros por hora.

Más calor

Tanto Gran Canaria, como La Gomera y Tenerife mantenían activados por este motivo el aviso amarillo pero solo hasta primeras horas del día.

Además seguirán los cielos despejados, con unas temperaturas que en el caso de las islas de la provincia de Las Palmas podrán incluso a marcar ascensos ligeros a moderados, siempre según la Aemet, que apunta también para la misma zona un viento del sudeste que irá debilitándose y girando del suroeste a lo largo de la tarde.

Ya para mañana jueves no se esperan fenómenos significativos, ni ningún tipo de aviso por parte de la agencia estatal. Además el cambio de la procedencia del viento, flojo y del norte, comenzará a notarse con un moderado descenso de las temperaturas máximas, que será más significativo en las zonas del interior Gran Canaria, y apenas será perceptible la calima en Lanzarote y Fuerteventura a primeras horas de la jornada.

A partir del viernes se irá regresando poco a poco a los valores propios de un mes de febrero, si bien con unas temperaturas con pocos cambios, pero sí con intervalos nubosos en el norte, y un viento de flojo a moderado, con mayor velocidad a partir de la tarde. El fin de semana no se descartan precipitaciones en las islas de mayor relieve, primero el sábado en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, que podrían extenderse el domingo a la isla de Gran Canaria, aunque en cualquier caso débiles y dispersas a últimas horas de la jornada.

Mientras, en Lanzarote y Fuerteventura también amanecerán con intervalos nubosos para ir despejándose por la tarde, y con unas temperaturas similares, con pocos cambios, y con un viento del nordeste moderado.