La sobrina de Rosa María, la mujer asesinada en Ofra el pasado año, ha manifestado esta mañana en la vista oral del juicio que ésta tenía miedo al acusado, Gonzalo S. C., y que éste propiciaba que las conversaciones telefónicas que mantenía ella con Rosa María fueran con el altavoz activado para saber de qué hablaban.

Todos los vecinos que testificaron hoy, en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, coincidieron en los malos tratos físicos y psíquicos que sufría la víctima por parte del ahora acusado, bien por los insultos, o bien por golpes y zarandeos.

En diversas ocasiones, los testigos explicaron que vieron que la ciudadana palmera tenía numerosos hematomas, en la cara o en sus brazos. A algunos de ellos el procesado les dijo que se los había hecho al caerse.

Además, en el teléfono móvil del procesado fueron halladas numerosas fotos de lesiones y hematomas de la víctima, así como manchas de sangre en la pared. Estas imágenes fueron tomadas durante casi dos años. Las últimas las hizo el acusado horas antes de que ocurriera la muerte de la víctima.