Luci Perdomo, una venezolana de padre gomero que lleva tiempo viviendo en la Isla Colombina, saca de un cajón de su multitienda una mascarilla. "Mire, ni siquiera la he desempaquetado. La compré por si acaso, pero estoy tranquila aunque se haya dado el primer caso de coronavirus aquí. Estamos calmados por la informació que estamos recibiendo", asegura. Ha tenido una mañana ajetreada, lo normal cuando recala en el puerto de San Sebastián un crucero. "Yo creo que los turistas del barco ni saben lo que está pasando. No hay motivos para alarmarse y la vida sigue igual que siempre, aunque en permanente contacto con las noticias", aclara.

El Marella Explorer, uno de los diez cruceros que pasará por la capital gomera este mes, dejó las calles del casco capitalino llenas de turistas desde primera hora de la mañana. Viajan a bordo 1.924 pasajeros procedentes del puerto de la Luz de Las Palmas y con destino a Funchal, la capital de Madeira. El trasiego que se monta alrededor del buque no es sino una muestra más de la normalidad con la que se está tomando la Isla la aparición el pasado viernes del primer caso de coronavirus en España.

Ni idea del coronavirus

Richard, un turista británico que viaja en el crucero con su mujer, asegura mientras camina por las calles del casco que no sabe nada del virus. "What?", pregunta sorprendido. Es inglés, como la mayoría de viajeros que trae el Marella Explorer, y sigue su camino asegurando que las vistas desde el barco son "maravillosas" y aclarando que ha deseachado hacer una excursión y se conforma con caminar por las calles peatonales de San Sebastián de La Gomera, llenas de riqueza patrimonial e historia. Lo que sí sabe es que por aquí pasó Cristóbal Colón en su primer viaje a América.

Luci Perdomo aclara que las primeras horas posteriores a la confirmación del positivo en coronavirus hubo desasosiego, pero que la situación se ha ido calmando a medida que las autoridades han aclarado que no hay nada de que temer y que se ha actuado desde el primer momento para evitar cualquier mínima posibilidad de contagio. "Lo que no dejamos de hacer es ver las noticias. Yo no paro de ir al ordenador a ver cómo van las cosas", comenta, para concluir lamentando que haya tenido que ser en La Gomera donde se diera el primer caso de la también conocida como neumonía de Wuhan. "Mira que España es grande para haber tenido que pasar en esta isla chiquita...".

La misma normalidad se respira en las terrazas más concurridas de San Sebastián, como la de la plaza principal, el restaurante Ramón y El Pajarito. Algunos músicos callejeros -uno con un violín y otro con un acordeón- alegran las idas y venidas de los grupos de cruceristas, mientras otros turistas más alternativos reciben las últimas instrucciones para acudir al Parque Nacional de Garajonay a hacer un pateo.

El caviar gomero

Se habla del caso del coronavirus, pero más por novelería que por alarmismo. Mientras, el restaurante Inta, un clásico de esta isla famoso por su caviar gomero y su carne de conejo y cerdo, está repleto como siempre y hay que hacer cola para coger mesa. Tampoco allí hay nadie con mascarilla, como en ningún punto de la Isla. Ayer se sirvió mucho pulpo frito.