Muchos creen que la llamada crisis de los 40 es un mito, pero nada más lejos de la realidad. En el ciclo de vida del ser humano hay etapas, científicamente hablando, en las que somos más felices que en otras. Según un estudio realizado en 134 países, existe una "curva de la felicidad" que está presente en la mayor parte de los territorios y que tiene forma de u.

Según el profesor encargado del informe, David Blanchflower, en los países en desarrollo la curva toca el punto más bajo a los 48.2 años. Así pues, el trabajo de investigación halló esta forma en nueve países en desarrollo, entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Colombia, India, Perú y Venezuela, no así en México y Sudáfrica.

"La trayectoria de la curva es válida en países donde el salario medio es alto y donde no lo es, y donde las personas tienden a vivir más y donde no", escribió el académico en su informe. "La capacidad de recuperación de las comunidades que se quedaron atrás por la globalización se vio disminuida tras la crisis, la cual dificultó la resistencia al choque de las personas vulnerables que atraviesan una crisis de mediana edad y con pocos recursos", añade.

Aspiraciones

Al parecer, nos sentimos con mejor ánimo en la adolescencia, somos más infelices hacia finales de los 40 y luego valoramos el sentido del bienestar cuando nos acercamos a la vejez. Según el académico, la curva de la felicidad es algo muy arraigado en humanos y que se replica también en animales como los monos. "A los 47 la gente se vuelve más realista, se dan cuenta que no van a ser presidentes", dice Blanchflower.

Según el estudioso, a partir de los 50 años las personas se vuelven más agradecidas, dan más valor a todo aquello que tienen. Desde el punto de vista psicológico, a medida que envejecen, aprenden a adaptarse a sus fortalezas y debilidades al tiempo que disminuyen sus aspiraciones.