Xuxo Ruiz se considera "un enamorado" de Tenerife, a donde está encantado de volver. Para este maestro de Primaria e ilusionista la isla es "mágica" y, por lo tanto, "qué mejor lugar para llevar mi magia". Le encanta "la gente, la comida y el clima" pero también "un profesorado consciente y abierto a la innovación educativa". Para fomentar nuevas y buenas prácticas retorna hoy a Canarias.

El mago y docente andaluz pretende aportar su experiencia de más de dos décadas en las aulas con la magia como herramienta didáctica. Desde hace varios cursos lo pone en práctica en el CEIP San Sebastián de la localidad sevillana de Albaida de Aljarafe.

El eje de su magisterio es la interactividad. Promete a quien acuda que saldrá de su charla, mezcla de taller y show, "con ganas de poner en práctica tres o cuatro juegos". Maneja un centenar que divulgó en Educando con magia, la obra educativa más vendida en 2013,

Conferencia, espectáculo motivacional o actuación con un formato diferente, participativo, divertido y único. Todo vale para entretener durante una intensa hora y media. Pero bajo esa carcasa lúdica se esconde un método de enseñanza que Xuxo defiende: "Detrás hay mucho trabajo como en toda innovación educativa. Lo que se ve es la punta el iceberg".

Desde 2001 el mago gaditano forma también a profesores de los que, asegura, "recibo una enorme correspondencia". Insiste en una idea: "Jugando se aprende. Los críos se llevan a casa el juego que aman y los contenidos". Para Ruiz los caminos del aprendizaje deben resultar divertidos y emocionantes para los alumnos, ya que así aumenta su motivación y felicidad a la hora de ir al colegio. Valora: "Me considero una persona privilegiada por poder unir mis dos grandes pasiones: la magia -se enganchó a los 7 años- y la enseñanza -profesional desde 1998-".

Considera nuestro protagonista que cualquier asignatura puede tener la magia como base. En su caso han sido diez años en Educación Física y los últimos once, como tutor de sus niños de Primaria, en Matemáticas, Ciencias o Inglés. Pero lo lúdico y mágico no dura todo el día porque, asegura, "hay momentos muy convencionales. De pizarra y libro, pero siempre con algo diferente que contribuya a la motivación del alumno". Su experiencia con los padres la califica de "muy positiva" porque les dota de recursos y herramientas dinamizadoras para casa. Su método trabaja valores, desarrolla la autoestima y las habilidades. El orgullo de cualquier padre.

El mago Xuxo también reúne una faceta solidaria. La de su Fundación Abracadabra, con la que enseña a hacer magia a mayores de centros de día o niños hospitalizados desde hace 25 años. El segundo jueves de cada mes visita el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Lo hace con sus alumnos que un día de hace dos años le vieron en un reportaje de Canal Sur y pidieron acompañare. Aprenden "a ser mejores personas".

Como buen ilusionista guarda un truco para el final al ser cuestionado sobre el pin parental: "En 2012 dejé de ver la televisión y escuchar la radio. Vivo más feliz. Me mandan memes en redes sociales pero no es suficiente para opinar".