¿Cómo ha recibido la noticia de ser la tercera de España en la docencia universitaria?

Con mucha alegría. La verdad es que estoy muy contenta y sorprendida como ya me pasó cuando entré en la final. Me parece meritorio quedar tan cerca -obtuvo 108,1 puntos, a uno del segundo puesto y a cuatro de la ganadora, Alejandra Cortés, de la Universidad de Zaragoza-. Pero, insisto, ya lo era estar entre los diez finalistas y superar la criba de 307 propuestas y 59 profesores nominados. Además de que es una criba doble: primero, la de los alumnos que me han propuesto, y sigo sin tener idea de quienes fueron. Luego, la de un jurado profesional. Me llena de ilusión que se reconozcan los esfuerzos, el trabajo y la dedicación durante todo un curso.

¿Qué buscan los alumnos cuando acuden a sus clases y, por contra, con qué se encuentran en ellas?

Doy clases a personas muy diversas, tanto en edad como en condición: desde los jóvenes de los primeros cursos ( de 1º a 4º) a aquellos mayores que llegan en las Aulas Abiertas. También trabajadores, sobre todo mujeres, o discapacitados intelectuales que por primera vez han accedido a la universidad. Creo que ellos buscan pasárselo bien porque el boca a boca o las redes sociales funcionan muy bien en este sentido, Pero luego siempre aprenden. De una forma diferente y cercana, pero aprenden.

La innovación es el futuro de la educación. Valore la frase.

Creo que la innovación educativa ya es el presente. En mi caso, la propongo a través de una metodología participativa que parte de la educación emocional. Me interesan las vivencias del alumnado en diferentes aspectos, no únicamente el académico. Conocer lo más cercano a ellos para luego debatir, reflexionar y plantear conclusiones en el aula. Pretendemos innovar con la experiencia, la fotografía o el enorme campo audiovisual y el enfoque a las nuevas tecnologías. Con el juego o los cortometrajes que hacen los propios alumnos como ejes. Todo lo que nos pueda ayudar como docentes a llegar al alumno y que aprenda. Eso que parece tan sencillo pero que es justo al revés, enormemente complicado, es lo que nos mueve, por supuesto, cada día en nuestro trabajo".

¿Qué les da a los alumnos? ¿Cuál es el secreto del éxito?

No hay muchos secretos porque creo que hay un montón de docentes que también merecerían estos premios por sus proyectos, Pero en este caso creo que han valorado la innovación y la manera diferente de dar las clases. Pienso que la clave es que ellos, los alumnos, son los protagonistas. Hay que romper con la imagen tradicional del profesor y los alumnos en el aula. Si no sabes transmitir fracasas. Tú porque no llegas a cubrir el objetivo y ellos porque se abocan al absentismo o la desmotivación. No entiendo mis clases como obligatorias aunque lo sean porque las tengo troncales igual que optativas. Lo que yo quiero es que ellos disfruten y se enamoren tanto del saber como del aprender.

¿Considera que este tipo de premios ayudan a valorar la figura del profesor?

Pienso que sí porque los Premios Educa Abanca -han cumplido su tercera edición- quieren realzar la figura del buen docente, su implicación en el proceso de enseñanza del alumnado y su importancia en la sociedad. En este sentido, el jurado profesional ha valorado mi método de enseñanza como innovador y diferente. Pero sólo aplico en mis clases lo que entiendo como una manera de inculcar el conocimiento a mis alumnos. Un sistema que utilizamos casi desde que soy docente y la verdad es que me ha ido muy bien en cuanto a resultados.

¿La rutina es una de las grandes enemigas del profesor?

Pienso que sí. Esta es una profesión que nos requiere muchísimo esfuerzo. Estamos sometidos a una enorme presión por todos los requisitos que se nos exigen; tienes que ser docente, pero también investigador y hay que ocupar cargos de responsabilidad y eso pasa factura, lógicamente. Creo que es muy positiva la posibilidad que se abre de cambiar la tendencia predominante. A veces el docente no tiene esa ilusión o motivación por dar clases porque el nivel de exigencia lo deja agotado; aunque quiera, llega un punto en el que no puede más y lo que hace es replicar la rutina que desarrolla desde hace diez o quince años. Como le va relativamente bien para qué cambiar de método.

¿Se plantea la opción de dar clase en Canarias?

Me licencié en Pedagogía en la Universidad de La Laguna en el año 2005. Luego surgió esta oportunidad de salir fuera y la aproveché. Pero siempre busco una oferta para tener opciones de volver a mi tierra. Cómo no. Quiero mucho a Canarias y a mi gente".

Ha tenido un buen año 2019 ¿Cómo vislumbra 2020?

Pues ha sido muy intenso y me he centrado al cien por cien en la docencia, más que en aspectos como el de la investigación. Qué puedo decir de este 2020. Estoy embarazada de mi primera hija, que se llamará Alma. Nacerá en un par de semanas y no hay mayor ilusión que la de ser madre. Estoy emocionada y a la expectativa por eso. Si el balance de 2019 ha sido muy bueno, en lo personal y en lo profesional, espero que al final de este recién iniciado 2020 sea incluso mejor.