La rectora de la Universidad de La Laguna (ULL), Rosa Aguilar, ha cumplido con una de las promesas que hizo en campaña: hacer frente a las jubilaciones masivas a las que se enfrenta la institución académica reteniendo a sus mejores talentos. No se llaman contratos eméritos pero, en esencia, son lo mismo. La figura del profesor honorario viene a paliar las deficiencias que afronta la plantilla de personal docente e investigador (PDI) y, como señaló la rectora, se trata, "de seguir contando con los más valiosos y no desperdiciar el talento y la vocación universitaria que les ha guiado toda su vida".

En la jornada de ayer, la ULL nombró a ocho profesores honorarios que podrán continuar su labor investigadora y docente durante dos años -prorrogables una vez- y sin vinculación contractual. Tres de ellos son exrectores, dado que el reglamento señala que por el mero hecho de haber ejercido la máxima dirección de la universidad tienen la oportunidad de acogerse a esta figura. Así, han sido nombrados profesores honorarios José Gómez Soliño, en el área de Filología; Ángel Gutiérrez Navarro, en Microbiología; y María Luisa Tejedor Salguero, en Edafología. También han sido designados Gonzalo Lozano Soldevilla, en Zoología; Lorenzo Moreno Ruiz, en Ingeniería de Sistemas y Automática; Manuel Navarro Ibáñez, en Fundamentos de Análisis Económico; Pedro Oromí Masoliver, en Zoología; y Fernando Pérez González, en Análisis Matemático. Estos docentes se mantendrán en la figura de profesores honorarios durante dos años, es decir, hasta noviembre de 2021, prorrogables dos años más, salvo en el caso de Oromí, que acaba de renovar su segundo periodo.

María Luisa Tejedor intervino en nombre de todos los agasajados, para apuntar que las universidades públicas tienen muchos problemas con el relevo generacional y la contratación de jóvenes investigadores. "Pero eso no quita para que desaproveche la experiencia y el liderazgo de los más veteranos", insistió.

Para la rectora, "se trata de personas que la Universidad de La Laguna no se puede permitir perder tan fácilmente, dada la contrastada excelencia de sus respectivas trayectorias académicas". La rectora valoró, asimismo, la permanencia de los sénior junto a la contratación de nuevos investigadores, para añadir que ambos propósitos son compatibles.