El uso de comedores escolares en Canarias y, en general, en el país ha ido aumentando cada año desde que, en algunos casos, comenzó a ofertarse este servicio en los lejanos años 70 del siglo pasado. De forma progresiva, la cifra de centros y alumnos beneficiarios ha ido creciendo hasta los 484 actuales y los 71.000 escolares del Archipiélago. Un recurso que no solo facilita la conciliación laboral de muchos padres, sino que garantiza comidas regulares y, salvo recientes polémicas como la del chef Chicote, de calidad, ecológicas y con productos locales. De hecho, la directora de Centros e Infraestructura Educativa del Gobierno regional, Lali González, subraya que su gran objetivo es bajar en lo posible el porcentaje de obesidad infantil y juvenil existente en las Islas, que se sitúa en el 18%, cuatro puntos por encima de la media estatal, y hacerlo con dietas saludables, al tiempo que los niños aprenden también buenos hábitos al comer, conocen la producción isleña y a convivir mejor en este tipo de ámbitos.

Para González, lo ideal sería rebajar ese 18% de exceso de peso al 14 de la media nacional, aunque es perfectamente consciente de lo difícil que resultará lograrlo en la presente legislatura y se contentaría con invertir una tendencia que no se mueve "desde hace unos 20 años, pues seguimos en ese porcentaje del 18 desde entonces y alejándonos de la media".

Aunque con el comienzo del curso suelen darse problemas puntuales con los admitidos en los comedores y con el funcionamiento de algunos de ellos, la directora subraya que la consejería nunca permitirá que ningún niño y su familia que necesiten este servicio se quede fuera. En este sentido, y aunque considera que los 5,3 millones de euros con que cuenta para este apartado en el presupuesto de 2020 resultan "suficientes", deja claro que harán las modificaciones y aportaciones necesarias durante el año y en el futuro ante cualquier contingencia de este tipo que se pueda dar en alguna isla o comarca.

Aparte de la lucha contra la obesidad, el otro eje fundamental de su política en este ámbito gira en torno a los llamados "ecocomedores". Un término que simplemente resume la apuesta por productos ecológicos, a poder ser de la zona cercana a los colegios y que cumplan de verdad con ese calificativo de "saludables".

Estos objetivos generales difieren poco de los que buscaron los gobiernos anteriores. De hecho, en el mandato previo se firmó un convenio entre la consejería de Sanidad, la de Agricultura y diversas entidades en pro del uso de productos locales de calidad, si bien la directora anuncia que quiere reforzar y ampliar ese acuerdo y programa no solo para conseguir un mejor resultado en los platos que comen los niños, sino como incentivo y reimpulso del sector primario isleño, así como de los supermercados más cercanos a los distintos centros.

González admite que, por ahora, carecen de porcentajes de lo que se oferta en los comedores de productos locales, de fuera o preelaborados, situación que achaca a que buena parte de la gestión se hace por contrato y no de forma directa. No obstante, tratará de pulir esto y, sobre todo, se compromete a "apoyar al máximo a los equipos directivos de los centros, que son los verdaderos promotores de esta apuesta, para reducir la tasa de obesidad y que los niños coman calidad".

"También somos ambiciosos con los ecocomedores y queremos que cada vez haya más centros que transformen sus comedores en esta modalidad. Tenemos un campo canario maravilloso y hemos intensificado los contactos con los supermercados cercanos y los agricultores de cada zona para que, cada día, haya más materia prima isleña, fresca y de la máxima calidad en los menús".

Según subraya, resulta clave que unos 71.000 escolares canarios realicen la comida principal del día en estos comedores. Además, dice que "constantemente" firma nuevas actas de aceptación de alumnos para beneficiarse de este servicio y cree que esto demuestra que su uso va a seguir creciendo (se acerca ya a un tercio de todos los estudiantes de Infantil y Primaria) "sin necesidad de que se haga ninguna campaña nueva porque los padres cada vez lo demandan más. De hecho, la existencia de comedor y su calidad son uno de los principales reclamos a la hora de elegir centro y todos los proyectos de nueva construcción de equipamientos escolares incluyen este servicio".

Un fenómeno creciente que, además y según remarca, se está adaptando también a los tiempos y a ciertos colectivos, "pues ya hay comedores en centros de Tenerife que ofertan menús veganos". González asegura que, si en estos 4 años logra igualar la media de obesidad, "me iría para mi casa eufórica porque es casi imposible", pero lo que sí tiene claro es que se debe reducir y hacerlo, además, con lo mejor del campo canario".