El exsoldado tinerfeño Agustín Fariña anuncia que el 3 de febrero comenzará una huelga de hambre junto al Congreso de los Diputados. Tras una larga e intensa batalla judicial de varios años contra algunos mandos del Ejército de Tierra, Fariña fue expulsado de dicha institución en septiembre del 2018 por pérdida de actitud psicofísica y el Ministerio de Defensa le reconoció un 25% de discapacidad. Y, en palabras del propio afectado, "sin derecho a nada". Ahora reclama que se incremente su grado de discapacidad y así poder cobrar una pensión con que vivir.

Fariña, natural del barrio santacrucero de San Andrés, se trasladó a vivir a Barcelona. En base a sus informes, ingresos por trastornos psiquiátricos y tratamientos, el Gobierno catalán le reconoció una discapacidad del 53%.

El exsoldado quiere que el Ejército le reconozca ese nivel de minusvalía y, con ello, "lo que me pertenece por Ley, es decir, mi pensión de clases pasivas". Esta prestación atiende a aquellos soldados que han sufrido alguna enfermedad o lesión. En su caso, ya trabajaba en el Ejército cuando se promulgó dicha normativa. En palabras del tinerfeño, "son mis derechos; lo único que pido es que se revise de nuevo mi caso de expulsión psicológica".

Durante la huelga de hambre también reivindicará la reapertura de todos los casos que denunció cuando era soldado, "que, de manera injusta y con total opacidad, fueron archivados por la Justicia Militar, a pesar de las pruebas que podía aportar".

Agustín Fariña dice que será recibido por parte de dos diputados de VOX para conocer su caso y cuáles son sus demandas actuales. En su lucha para conseguir una pensión digna para subsistir, el tinerfeño cuenta con el respaldo del colectivo Cuestión de Justicia y Honor, que está integrado por exmilitares de carrera y trabaja para defender los derechos de soldados ante el Ministerio de Defensa.