Si la población de Canarias no disminuyó en los peores momentos de la crisis, tampoco iba a hacerlo cuando se apunta una desaceleración del crecimiento económico. El Archipiélago ganó 13.369 habitantes en el primer semestre de 2019 gracias, de forma exclusiva, a la inmigración. Como en la gran mayoría de las regiones españolas, el número de fallecimientos ya supera el de nacimientos, pero la llegada de foráneos -atraídos por la pujanza del sector turístico- compensa el declive de la natalidad y confirma a las Islas como una de las comunidades con mayor dinamismo demográfico.

Según los datos provisionales publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Canarias vivían 2.220.270 personas a fecha de 1 de julio del pasado año, un nuevo récord. El incremento respecto al semestre anterior -1 de enero de 2019- fue, en términos relativos, del 0,61%, el segundo del país tras los experimentados por Baleares (0,87%) y Madrid (0,66%). La estadística dibuja, en materia demográfica: dos grupos de territorios: por un lado, las regiones insulares y mediterráneas y la comunidad madrileña, que mantienen su población al alza; por otro, el noroeste de España y Extremadura, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que pierden habitantes.

El crecimiento poblacional que experimentan las Islas es constante a lo largo de toda la serie histórica que maneja el INE, que arranca en 1971, una característica que solo comparte con Baleares. En el resto de regiones se ha producido alguna pérdida de población en un momento u otro de estos casi cincuenta años. El único factor que explica que el volumen de residentes haya continuado al alza en los últimos ejercicios, cuando la natalidad ya ha perdido fuelle, es la inmigración. Canarias es la quinta comunidad que más población procedente del extranjero recibe (21.127) y también la quinta con un mayor saldo positivo entre los que llegan y los que se van (14.898). Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía se sitúan como las regiones con mayor potencial de atracción.

Esas más de 21.000 personas que recalaron en el Archipiélago provenientes de otros países entre enero y junio del año recién finalizado -18.156 de ellas de nacionalidad extranjera y 2.971 españoles- son unas 2.200 menos que las que lo hicieron en el semestre anterior, pero incluso así suponen el segundo dato más abultado desde mediados de 2008, cuando la crisis empezaba a asomar. El estallido del ciclo recesivo rebajó considerablemente la capacidad de atraer población de Canarias: de 17.472 personas llegadas en 2008 se pasó a apenas 9.861 dos años después, de manera que las cifras actuales doblan las que se registraban en aquel momento.

Más de la mitad de los extranjeros que se han instalado en las Islas en el periodo analizado por el organismo estadístico son originarios de países de la Unión Europea, los mencionados 2.971 españoles y 8.043 nacionales de otros estados miembros del club comunitario. Italia vuelve a destacar como el país del que proceden más personas que se asientan en Canarias, 2.893. Los naturales de naciones europeas no integradas en la UE ascendieron a 678. De América provienen 7.750 personas -de ellas, 2.649 venezolanos-, mientras que los que tienen nacionalidad de algún país africano se cifran en 1.157, la mayoría marroquíes (819). Solo 497 asiáticos se afincaron en Canarias en este periodo. Los nuevos residentes originarios de Oceanía son apenas 25, en tanto que se registraron seis apátridas.

Mientras, y pese a que la economía muestra síntomas de agotamiento, los que se marchan al extranjero son cada vez menos. En los primeros seis meses de 2019 salieron rumbo al exterior 6.229 personas desde Canarias -4.555 foráneas y 1.674 nacionales-, el dato más bajo desde el segundo semestre de 2012.

A diferencia de lo que ocurre con los flujos con el extranjero, Canarias mantiene un saldo negativo en lo que se refiere a los movimientos hacia y desde otros territorios del país. Entre enero y junio del año pasado salieron de las Islas con destino a otros puntos de España 53 personas más de las que llegaron (7.434 frente a 7.381). Ocho comunidades autónomas -encabezadas por Extremadura, con -1.283-, además de Ceuta y Melilla, presentan más salidas que llegadas. De ellas, el Archipiélago es la que menos pierde. Baleares, con un saldo positivo de 1.142, es la región que recibe más ciudadanos procedentes del resto del país.

Canarias se resistió durante años a un fenómeno que ya afectaba a la mayoría de España: el crecimiento vegetativo negativo o, lo que es lo mismo, que el número de muertes supere el de nacimientos. Ocurrió por primera vez en el primer semestre de 2017, pero desde entonces la tendencia ha ido a más. Según los datos publicados ayer por el INE, la cifra de fallecimientos durante la primera mitad del año pasado en las Islas sobrepasó en 1.429 a la de partos. Ya hay solo dos comunidades, Baleares y Murcia, en las que la natalidad contribuye al alza de su población, aunque sea por escaso margen (219 y 356 nacimientos más que defunciones, respectivamente).

Canarias no es inmune al envejecimiento demográfico que afecta a todo el país, pero la aportación de la población extranjera -normalmente joven y con mayores índices de natalidad- mantiene su edad media por debajo de la española. El promedio nacional alcanza los 44 años, mientras que el del Archipiélago es inferior en alrededor de 18 meses (42,49 años). Casi ocho años separan las edades medias de la comunidad más envejecida del país, Asturias (48,28 años), y de la más joven, Murcia (40,55).

Tenerife, la que más crece

La población ha crecido en todas las islas, si bien lo ha hecho de forma especial en Tenerife, que suma casi 8.000 habitantes más en estos seis meses (7.974, en concreto), un 0,84% más. El incremento sitúa a la isla del Teide con 957.445 residentes. En cambio, la población de Gran Canaria solo sube en 816 personas, algo menos del 0,01%. Los territorios más orientales se anotan aumentos significativos: Lanzarote gana 1.812 habitantes -un 1,2% más- y llega a 152.810, en tanto que Fuerteventura engrosa en 2.140 residentes su población -un 1,74%-, que es de 124.769 personas.

Tras registrar algunos retrocesos en los años precedentes, las islas verdes avanzan en el primer semestre de 2019. La Palma crece en 391 habitantes, un 0,46% más, y llega a 85.184. El ascenso porcentual de La Gomera se coloca en la media canaria, un 0,61%. La isla colombina tiene 137 residentes más que seis meses atrás y un total de 22.237. Finalmente, El Hierro cuenta con una población de 11.252 personas, 58 más que a inicios de 2019 (un alza del 0,52%).