Desde junio de 2014, cuando se inaugura oficialmente la central hidroeólica de Gorona del Viento, en Valverde, El Hierro comenzó su particular y creciente "independencia" del petróleo. En el verano de 2019, la Isla del Meridiano volvió a batir un récord mundial de renovables en territorios aislados, al permanecer 24 días seguidos con un 100% de la energía que necesita abastecida solo con lo que genera este sistema. Fue entre el 13 de julio y el 7 de agosto, lo que supone un total de 596 horas, y confirmó el 100% que, por primera vez, se logró el 9 de agosto de 2015.

Según los datos del mix energético de 2019, El Hierro tuvo una media anual del 55% de renovables, muy lejos del 19,7 de Tenerife, del 16,7%, el 11,4 de La Palma, el 10,4 de Lanzarote y Fuerteventura (sistema unido) y el 0,2% de La Gomera.

Estos datos, sin embargo, no hacen que el presidente del Cabildo herreño, Alpidio Armas, se conforme con el salto que ha dado su isla en energía limpia y, según señala a este periódico, pretende "ampliar el proyecto de Gorona con energía fotovoltaica y la de las olas, así como mejorando el almacenamiento para acercarnos cada vez más a ese 100% en el resto del año".

Como ocurre con las pretensiones regionales, esto depende también de que haya Gobierno central y se den los pasos adecuados para reforzar a El Hierro "como capital mundial de la descarbonización y la innovación en generación energética con renovables".

Según Valbuena, esta intención es muy factible en sistemas que abastecen a tan poca población (unos 10.000 según el padrón, pero con menos residentes habituales). Por eso, se muestra optimista con acercarse a ese 100% cada vez más en otras etapas del año y lo mismo en La Gomera, aunque insiste en la necesidad de un marco normativo específico para las Islas. Respecto a La Palma y el resto de islas no capitalinas, considera clave que se regule la concesión de molinos en el mar, toda vez que algunos expertos sostienen que esta isla podría autoabastacerse con un único molino en el océano de los más potentes en los que trabaja la investigación mundial.

La importancia del ejemplo de El Hierro radica en que, desde que funciona Gorona y aunque el panorama es diferente en Tenerife y Gran Canaria, ha evitado la emisión de unas 80.000 toneladas de CO2.