La Comunidad de Madrid acaba de anunciar que toma la medida de prohibir el uso de teléfonos móviles en los colegios públicos y concertados a partir del próximo curso, acción que afecta a unos 800.000 alumnos de 1.700 centros educativos con el doble objetivo de mejorar los resultados académicos y combatir el ciberacoso y el bullying en las aulas. En Canarias no existe en la actualidad una legislación genérica en este ámbito sino que cada centro pone sus propios límites en cuanto a las posibles restricciones del uso de los aparatos. Esto ha ocurrido también hasta ahora en Madrid, que deberá cambiar la normativa para poder aplicar la decisión. Cuestionado sobre si se plantean medidas similares en las islas para próximos ejercicios, Gregorio Cabrera Déniz, director de Ordenación, Innovación y Calidad Educativa de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, valora: "Los teléfonos móviles también son herramientas importantes en el ámbito de la innovación educativa, no hay que olvidarlo. Nuestra intención es más evolucionar hacia un uso responsable en las clases que a la prohibición tajante".