Se unieron todos los elementos: los décimos de máquina, un sorteo celebrado en domingo, la mayoría de las administraciones cerradas y, especialmente, que la suerte fue más esquiva con el área metropolitana que en los últimos años. Y, con ello, la Lotería de Navidad dejó ayer una de las ediciones más pobres y menos emocionantes que se recuerdan en los municipios de Santa Cruz, La Laguna, Tegueste y El Rosario. En cifras, apenas 158.000 euros.

Hubo premios, sí; pero poco que ver con esas imágenes de botellas de champán que se descorchan, barrios enteros que se echan a la calle porque sus vecinos han resultado agraciados y loteros felices al saber que sus ventas se dispararán. La historia, en cambio, fue la de diecinueve décimos con algún premio y muy poco ambiente. Un boleto del tercero (50.000 euros) salió del receptor de la calle Alcalde Mandillo Tejera y dieciocho lograron diferentes quintos (108.000 euros en total), diez de ellos en Obispo Pérez Cáceres, junto al puente Zurita.

"Esto no es lo que era y, además, a mí nunca me toca nada, por eso no compro", decía uno de los curiosos que se paraban por fuera del receptor de Mandillo Tejera. Una vez pegado el cartel con el premio, su propietario, Juan Sebastián López, no tenía aún la certeza de cuántos billetes había vendido del 00750, si bien creyó en un primer momento que podía haber varios agraciados. Al final, la lista de Loterías y Apuestas del Estado despejó las dudas: solo uno.

López señaló que el pasado año dio un quinto y que la mayor cuantía repartida desde su receptor -un negocio familiar que inició su madre hace unos 40 años- la entregó en 2014, con dos millones y medio de euros en la Bonoloto. Desde ayer tiene un cartel de premio que añadir a los que, ante la mirada atenta de dos brujas y un gato, cuelgan en la pared del fondo de su local.

No muy lejos de allí, en la calle Obispo Pérez Cáceres, el otro caso destacado. La lotera María Ángeles Medina imprimió de la hoy tan famosa máquina de la suerte diez décimos del quinto 66212 y los puso a la venta. A 6.000 euros cada uno, 60.000. "Ya había dado premio tres o cuatro veces en la Lotería de Navidad", apuntó, y admitió que siempre repartir dinero supone un incentivo para vender más posteriormente. De ese mismo quinto también resultó agraciado un décimo de la Librería Universal, en la calle Castillo.

Una serie del segundo quinto que salió del bombo, el 06293, se imprimió en Bethencourt Alfonso, en la popular administración El Chicharro, y otros dos en la plaza Pedro de Mendoza, más conocida como la rotonda de La Salle. Ese último negocio también dio un billete del 74770, al igual que el receptor del Intercambiador y que otro establecimiento en el Centro Comercial Los Príncipes. La lista de 19 décimos agraciados en el área metropolitana la completó el 81610, en la estación de servicio de Los Rodeos, el único punto lagunero que sintió ayer un poco cerca a la diosa Fortuna. Si los premios anteriores supieron a poco, a Tegueste y El Rosario les fue incluso peor: cero euros.