"Los estudios clínicos de los últimos medicamentos biológicos destinados a abordar la psoriasis demuestran su eficacia para reducir entre un 50 y un 80% el área corporal afectada por la dolencia, tras seis meses de tratamiento". Así lo puso de manifiesto ayer la doctora Marina Rodríguez, especialista en Dermatología en Dermaten Clínicas en Santa Cruz de Tenerife, e integrante de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV).

Lo cierto es que se trata de una de las enfermedades dermatológicas que más ha sido investigada a lo largo de los últimas décadas, lo que ha permitido, además de demostrar su origen autoinmune, detectar las proteínas implicadas en el proceso de inflamación característico de las lesiones que se producen en la piel. "Gracias a la identificación de las proteínas que interfieren en el desarrollo de la enfermedad -interleuquinas-, los medicamentos han experimentado un gran avance en el transcurso de los últimos 20 años. De esta forma, disponemos de fármacos anti-TNF -que actúan sobre el factor de necrosis tumoral- y antiinterleuquinas -cuya acción se dirige específicamente contra estas proteínas-. Estos provocan unos efectos secundarios muy limitados", señaló la experta de la AEDV. A estos beneficios hay que sumarle un cuadro libre de brotes, "durante mucho tiempo".

Además, existen medicamentos más antiguos capaces de producir una acción inmunosupresora que, si bien es cierto que también pueden presumir de unos buenos resultados en su aplicación, resultan "insuficientes" para tratar a aquellos pacientes que presentan casos más complejos de la patología.

Cabe resaltar que los progresos terapéuticos se han extrapolado también a nivel reumatológico, pues esta dolencia puede derivar en lo que se conoce como artritis psoriásica , un cuadro articular inflamatorio que "en un 25% de los casos" puede acompañar al trastorno cutáneo.

Buenos pronósticos también los registrados en los estudios de la afectación cardiovascular asociada a la psoriasis, pues a día de hoy se sabe que estos pacientes presentan mayor riesgo a desarrollar este tipo de dolencias . "Ha quedado demostrado que los fármacos biológicos y los medicamentos clásicos no solo mejoran el pronóstico de las lesiones cutáneas, también reducen las complicaciones vinculadas a la patología", enfatizó la doctora Rodríguez. Para después agregar que, siempre que surgen nuevas dianas terapéuticas, "nacen medicamentos más eficaces, seguros y específicos".

Investigación

Siguiendo esta línea, la especialista hizo referencia a un estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, y publicado en la prestigiosa revista Nature, que ha anotado importantes hallazgos sobre esta patología. "La investigación ha sido realizada en ratones para analizar el efecto de células madre en enfermedades autoinmunes. Lo que se ha podido descubrir es que existe una proteína que forma parte de nuestro sistema inmunológico -itaconato- que tiene un efecto antiinflamatorio en la proteína interleuquina 17, que está implicada en el desarrollo de la psoriasis", detalló la especialista de la clínica canaria.

De este modo, la investigación permitió comprobar que el grupo de ratones que fue tratado con un derivado de la proteína "itaconato" logró eliminar las lesiones que presentaba en la zona de las orejas. "Esta vía de estudio es prometedora de cara al manejo de otras enfermedades autoinmunes. No obstante, a pesar de que aún faltan muchos pasos para que pueda ser aplicada en humanos, es un paso muy importante para la Medicina", valoró la dermatóloga.

Recientemente, otra investigación desarrollada por investigadores del Hospital Brigham and Women's y el Harvard Stem Cell Institute, ambos en Masschussetts (EE UU), y publicada en el Journal of Investigative Dermatology, ha recurrido también a las células madre para explicar por qué la psoriasis produce un engrosamiento de la piel, al tiempo que plantea nuevas estrategias para el desarrollo de terapias. "En él no solo se muestran los resultados con ratones, también en modelos de cultivo celular. Sin embargo, al igual que el estudio publicado en Nature, se ha hecho especial hincapié en el papel primordial de la inmunidad humana en la psoriasis", apreció la experta.

La psoriasis es una enfermedad crónica que afecta al 2% de la población del territorio nacional, sin reflejar especial predominancia en función del sexo de los individuos o de la raza. Se caracteriza por la aparición de placas eritematosas -enrojecidas-, que suelen aquejar a las zonas de flexión de las extremidades, tales como los codos y las rodillas. Sin embargo, también pueden hacerse visibles en el cuero cabelludo, las manos, la espalda, el área genital, e incluso, en las uñas. "Sabemos que esta dolencia tiene un cierto componente hereditario. De hecho, suele estar acentuada en familias en las que hay constancia de otras enfermedades autoinmunes como el vitíligo o la esclerosis múltiple, por ejemplo", apostilló la facultativa.

La efectos negativos que produce la psoriasis en la calidad de vida de los pacientes son muy notables. Y es que, la enfermedad llega afectar a la autoestima, las relaciones sociales, la calidad del sueño y a la vida sexual de los individuos. "Debido a la alta incidencia que registra esta enfermedad, podemos decir que es una de las que mayores secuelas psicológicas produce a los pacientes", indicó la doctora del centro clínico.