El salto del satélite Cheops al espacio es cuestión de unas horas. Este cazaplanetas marcará una importante diferencia en la búsqueda de exoplanetas similares al nuestro ya que, por primera vez, permitirá conocer su composición y estructura. Es decir, gracias a las observaciones de este satélite espacial, los investigadores de la Tierra tendrán la capacidad de saber si los planetas que han estado observando estos últimos años son rocosos o gaseosos, y si tienen atmósfera u océanos.

El satélite tendría que haberse puesto en órbita ayer, pero la secuencia automatizada del lanzador Soyuz se interrumpió 1 hora 25 minutos antes del despegue durante las operaciones finales de cuenta regresiva para el vuelo VS23. A partir de ese momento, la Agencia Espacial Europea (ESA) empezó a valorar qué momento será el más adecuado para poner en órbita a esta pionera herramienta. Si el error se encuentra y resuelve, Cheops tiene previsto estar en órbita hoy, en un lanzamiento que se hará justo antes de las 10 de la mañana desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú, ubicado en la Guayana Francesa (antes de las 13:00 horas en Canarias).

Cheops es una misión de seguimiento para el estudio de exoplanetas. El satélite observará estrellas brillantes que ya se han estudiado desde la Tierra y se ha ratificado que albergan planetas. En este sentido, la tarea del satélite europeo será medir los minúsculos cambios en su brillo debido al tránsito por delante del disco estelar.

La misión ya ha seleccionado objetivos y serán las estrellas que albergan planetas de tamaño entre la Tierra y Neptuno. De modo que se pueda ofrecer mediciones precisas de su tamaño. Estos datos, junto con la información ya conocida sobre sus masas, permitirá a los científicos determinar su densidad aparente, lo que permitirá una primera caracterización de estos mundos extrasolares.

En toda esta misión, España está teniendo un papel clave. Tanto porque su diseño y su construcción se ha llevado a cabo desde la división española de la empresa Airbus Defence and Space, como porque el centro de operaciones del aparato se ubicará en el Centro de Astrobiología, en Torrejón de Ardoz. A nivel científico, tres centros de investigaciones astrofísica españoles se van a beneficiar de las observaciones que realice el aparato los próximos tres años y medio y son el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el Institut de Ciències de l'Espai (ICE) y el Centro de Astrobiología INTA-CSIC. Todos ellos podrán disfrutar, una vez puesto a punto, del 80% del tiempo de observación del aparato, a través de los objetivos de investigación que ya se han establecido para todos los miembros del consorcio (31 institutos de 11 países).

El IAC ha participado creando un sistema que permite "calibrar el detector" una vez empiece su vida espacial. Y es que, como explica el investigador del IAC y experto en exoplanetas, Roi Alonso, las vibraciones provocadas por el lanzamiento podrían desestabilizarlo. "Diseñamos observaciones para monitorear el estado del instrumento y su ganancia", explica Alonso, que afirma que, para ello, el aparato apuntará a una zona -ya elegida- en la que hay pocas estrellas para poder comprobar "los píxeles malos".

Una vez orbitando en la noche espacial, tanto Alonso como Enric Pallé, también astrofísico del centro de investigación canario, participarán en dos proyectos distintos, dentro del marcroestudio del Cheops. En este sentido, Pallé se dedicará a caracterizar la atmósfera de los exoplanetas que se estudien, mientras Alonso explorará los conglomerados de estrellas jóvenes con discos de acreción, donde esperan encontrar protoplanetas.