Los expertos son claros y unánimes ante la eventual observación de una tortuga marina en la playa. Lo más probable es que llegue para desovar. Es preciso no molestarla en absoluto y, enseguida, llamar al 112, indicando de lo que se trata. Es importante no abrumar al animal, evitando hacerle fotos con flash si es de noche, no tocarla ni perturbarla de ninguna otra forma. Solo necesita tranquilidad para ejecutar el acto más importante de su vida y del que dependerá el futuro de decenas de pequeñas tortuguitas. Posteriormente, los técnicos de Medio Ambiente o del 112 determinarán si es necesario preservar el lugar donde se ha colocado el nido para proteger los huevos.