El colectivo Rromaní Pativ (Dignidad Gitana) demuestra en su informe anual, presentado en el seno de la Conferencia Internacional Estrategias contra el Antigitanismo que concluye hoy en TEA, la existencia de este nuevo concepto que esconde un viejo racismo. Una realidad que reafirman las redes sociales y también el lenguaje usado por determinados medios informativos.

Algunos datos del balance de 2019 son concluyentes. Por ejemplo, que "87 de 90 noticias sobre el pueblo gitano son negativas" o que existan "plataformas muy pendientes de que alguien muestre un seno para borrar todo rastro luego pero permiten que durante ocho años se mantengan comentarios del tenor Hitler no acabó bien su trabajo porque no mató a todos los gitanos".

El informe sobre Antigitanismo informativo centró la sesión de tarde en la jornada de ayer. Entre otras cosas se trató sobre racismo en internet; cómo se articula el discurso del odio antigitano; periodismo e interseccionalidad; dualidad económica o autogestión e información. Las recomendaciones finales las glosó Iñaki Vázquez, de Rromaní Pativ.

Son seis las conclusiones fundamentales de este informe. En primer lugar, que la nueva estrategia nacional de políticas para el pueblo gitano después de 2020 debe incorporar el antigitanismo como eje prioritario. Amén de aprobar una Ley Orgánica de Igualdad de trato y no discriminación. También se recomienda refundar el Consejo para la eliminación de la discriminación racial o étnica para que se aun órgano independiente y activo.

Por otro lado, fomentar que las fiscalías provinciales contra los delitos de odio y la discriminación sean proactivas. A las empresas de las redes sociales se les exige redoblar su compromiso para combatir los discursos de odio. Por último, una máxima: "No se puede luchar contra el antigitanismo sin los gitanos y las gitanas".

Posteriormente el antigitanismo desde la perspectiva de género cerró la primera jornada con intervención destacada de la activista feminista, gitana y exeuroparlamentaria sueca Soraya Post.

Durante la mañana, el director gerente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (Fagic), Pedro Aguilera, había cuestionado la referencia del representante del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Ángel Parreño que califica a España de país referente en la lucha contra el antigitanismo en el contexto europeo. Por contra Aguilera critica el descenso en la inversión económica en políticas para favorecer a la comunidad gitana. También propone un cambio cultural porque "la represión histórica ha originado que muchos gitanos no hablen romaní". Por último plantea que desde las instituciones se debe fomentar el reconocimiento de la aportación gitana a la historia de España con referencias de tanto impacto como el flamenco.

Acciones, compromiso e inversiones para luchar contra el antigitanismo que "lejos de ser una posición de racismo individual tiene una profunda raíz estructural con la estigmatización, la marginación e incluso la violencia desde las posiciones populistas de ultraderecha como manifestaciones más evidentes y preocupantes".