Una oficial de la Policía Rumana trabaja desde hace una semana con agentes de la Policía Nacional en las principales zonas turísticas del Sur de Tenerife para tratar de identificar, localizar y detener a delincuentes de su país y de otros estados de Europa del Este que, principalmente, cometen delitos contra el patrimonio, sobre todo hurtos en empresas o turistas. La ayuda de esta profesional se prolongará durante cuatro meses y supone continuar las iniciativas llevadas a cabo en años anteriores en el mismo sentido. Esta investigadora se llama Constantin Olimpia Eba y está destinada en la Inspectoría General de Dirección e Investigación Criminal, una especie de Policía Judicial que, entre otras misiones, tiene por objetivo perseguir a aquellos rumanos que delinquen en el extranjero. Está convencida de que aquellos compatriotas suyos que perpetran robos al descuido en Canarias y otros destinos turísticos de España lo hacen "para poder vivir, no para hacer negocio".

Olimpia reconoce a los periodistas que habla español gracias a que durante ocho meses estudió en la sede del Instituto Cervantes en Bucarest. Apuntó que "estoy encantada de vivir esta experiencia por primera vez; para mí es un intercambio de experiencias muy valioso para mi profesión". Además, aclaró que en la Isla efectuará la misma labor que en su destino habitual. Desde hace 13 años forma parte de la Policía Judicial. En el próximo cuatrimestre trabajará de paisano y de uniforme en la Comisaría del Sur de Tenerife de la Policía Nacional, aunque prestará colaboración en otras partes de la Isla si hiciera falta.

La oficial Constantin apuntó a EL DÍA que en la Inspectoría General de la Dirección e Investigación Criminal atiende a agentes de toda España que llaman a Rumanía para solicitar información y confirmar datos sobre delincuentes de su país que llevan a cabo hurtos en grandes zonas comerciales o turísticas. Cuando se le pregunta que a qué dedican dichos ladrones profesionales sus ingresos obtenidos una vez que llegan a Rumanía, responde que "solamente para vivir, no para hacer negocios con lo que ganan". Indica que los viajes y los alojamientos "cuestan mucho" a estos delincuentes. El comisario del Sur de Tenerife, Eloy Román, recordó que este fenómeno de los hurtos a turistas y empresarios se intensifica entre octubre y abril en Canarias, cuando otros destinos de la Península tienen una ocupación más baja que el Archipiélago. Román afirma que este tipo de delitos ha tenido "una evolución positiva", "no es preocupante" y afecta a todos los países turísticos.

A nivel cuantitativo, los hurtos son el delito estrella en Canarias. Entre enero y septiembre de este año, en esta Comunidad Autónoma se cometieron 19.372 hurtos, según el Ministerio del Interior, un 5,7% menos que en el mismo periodo que en 2018. De esa cifra global del 2019, 9.696 casos fueron denunciados en la provincia de Las Palmas (un 4,6% menos que el ejercicio anterior) y 9.676 en la de Santa Cruz de Tenerife (un 6,8% que en 2018). En los primeros nueve meses de este año, en Tenerife hubo 9.400 robos al descuido, lo que supone una bajada de siete puntos respecto al año pasado. En las islas occidentales fueron esclarecidos 2.421 hurtos en el 2018, es decir, casi el 25% del total. Ese mismo año fueron detenidas e investigadas 1.519 personas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife por este tipo penal. Esa cifra llegó a 2.832 en Canarias.