El técnico de la OTRI del Instituto de Salud Carlos III Domingo Represa recuerda en su ponencia los duros inicios de estas unidades en España, un periplo que él ha vivido durante tres décadas, primero como becario hasta llegar a su posición actual. Relató cómo desde el I Plan Nacional se trató de impulsar estas oficinas, que tuvieron que aprender de la nada y recurrir a los pocos medios que tenían. Una época sin correo electrónico. En su opinión, la trasferencia es una actividad que "aporta riqueza y bienestar" a la sociedad, pero como un proceso a medio y largo plazo. "El problema es que la política moderna quiere resultados inmediatos".

El subdirector de la OTRI de la Universidad de Granada, Juan Orellana, relata el éxito de su oficina. "Se han creado más de 100 empresas en mi universidad, ahora están en torno a 3 o 4 al año. No podemos más, pero Granada es pequeña, así que haber contribuido a crear 500 puestos de trabajo es algo de lo que nos sentimos orgullosos". Explica que la oficina posee una estructura sólida y, tras algunos años en los que sólo han podido recurrir a fondos propios de la universidad, a partir de 2020 va a entrar de nuevo financiación externa, lo cual les permitirá acometer más actividades. Orellana señala que ponen énfasis en los cursos de formación sobre trasferencia.

La Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de La Laguna celebra en el Paraninfo su trigésimo aniversario. Las OTRI son las entidades encargadas de tender puentes entre la ciencia realizada en la institución y el tejido productivo, propiciando patentes, convenios con firmas comerciales, la creación de empresas spin-off u otras medidas para que el conocimiento de la academia tenga aplicación en la sociedad.

El acto lo preside la rectora, Rosa Aguilar, y cuenta, entre otros, con la presencia de la directora de la OTRI de la ULL, Raquel Marín y de la presidenta de RedOtri y vicerrectora de Innovación y Transferencia de la Universidad de Zaragoza, Pilar Zaragoza;

Raquel Marín Cruzado es catedrática de Fisiología, neurocientífica desde hace más de 20 años. Cuenta con unos 130 artículos publicados y ha sellado cinco patentes. Dirige desde junio la OTRI de la ULL aunque tiene experiencia porque ya estuvo un año con el rector Martinón. Califica de "equipazo" el grupo de tecnólogos con que cuenta. Se considera especializada en la transferencia y califica la gestión sobre ella como "altruista y empática porque hay que ponerse en el lugar de los demás". Valora: "La OTRI de la ULL está entre las más antiguas del país cuando se trata de una herramienta relativamente nueva con impulso en la Ley de la Ciencia de 2001". Añade Marín que "la mayoría de la necesaria inversión cuando se quiere poner en práctica una investigación es pública" pero también recuerda que "el próximo gobierno (el que sea) apunta a aumentar la privada en I+D+i, de las más bajas de nuestro entorno".

Por su parte, la presidenta de RedOtri, incluida en la CRUE, Pilar Zaragoza, glosa lo realizado históricamente desde los inicios a mediados de los años 80 y resume: "Es importante que las universidades comprendan que hay que hacer políticas de transferencia de resultados y de profesionalización de su plantilla de técnicos".

La rectora de la ULL, Rosa Aguilar, resalta la importancia de la trasferencia de conocimiento como "una de nuestras misiones que más relevancia social tiene". Recuerda que no siempre se ha tenido esa conciencia y "aún hoy existen ciertas reticencias por parte de algunos investigadores a la hora de patentar o trasferir sus hallazgos al tejido empresarial". Sobre la OTRI de la ULL dijo: "Cuenta con la mayor dotación de medios y personal en su historia".

Un vídeo promocional resumió en pocos minutos la actividad de las cuatro áreas en las que se divide la OTRI para transferir conocimiento al entorno: proyectos, protección, valorización y desarrollo de empresas spin-off.

Zaragoza señala que, aunque se habla de la trasferencia como de la "tercera misión" de la universidad, opina que debería ser considerada la primera. Concluye con una frase: "Apostar por una sociedad basada en el conocimiento es apostar por una sociedad de futuro".