Las primeras víctimas del cambio climático son las mujeres y las niñas. En aquellos lugares donde la emergencia climática provoca crisis e inestabilidad, se incrementa la violencia contra las mujeres y, también, se registran más matrimonios temprados forzados. Además, las niñas son las primeras en abandonar las escuelas para ayudar en el hogar ante fenómenos como las sequías, y están asimismo más expuestas a formas de explotación como el tráfico infantil. Por ello, la lucha contra el cambio climático está estrechamente relacionada con la encaminada a lograr la igualdad de género. Y en la confluencia entre ambas, el mundo no está dando la talla: solo 13 países, de un total de 129 que han sido analizados por la organización independiente Plan Internacional y la red de auditores KPMG, aprueba en los indicadores que miden la igualdad en las iniciativas para combatir el cambio climático.

El informe, que se hizo público ayer en el marco de la Cumbre del Clima (COP25) que se celebra en Madrid, analiza el porcentaje de desarrollo de 14 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por la ONU en su Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, para comprobar su cumplimiento desde una perspectiva de género. El resultado es demoledor: 2.800 millones de niñas o mujeres vivien en países que obtienen una calificación "muy deficiente" (con una puntuación de 59 sobre 100 o menos) o "deficiente"(60-69) en igualdad de género. Pero las cifras resultan especialmente preocupantes cuando se extracta el dato del ODS 13, el relativo a la lucha contra el cambio climático: la media de todo el mundo es de 51,2 sobre 100. En España, el resultado es aún más pobre: un 49,7.

En su análisis del ODS 13, la organización y la auditora contemplan tres aspectos: la presencia de las mujeres en los procesos políticos contra el cambio climático, el compromiso con la reducció del riesgo de desastres (aspecto en el que los auditores le ponen un 0 a España), o la vulnerabilidad ante el cambio climático.

Concha López, directora general del Plan Internacional España, remarca la necesidad de adoptar medidas urgentes para incorporar el enfoque de género ante la crisis climática: "Este índice revela que ninguno de los 129 países está adaptando totalmente sus leyes, políticas o decisiones presupuestarias en la medida necesaria para alcanzar la igualdad de género". Por ello, considera que la COP25 es "una oportunidad" para que los países incorporen el enfoque de género. De no ser así, advierte,"dejaremos atrás el potencial de las más vulnerables a los impactos de esta crisis: las niñas y jóvenes".