Las dificultades para conciliar los horarios de la vida laboral y escolar complica la participación de los padres en el sistema educativo. Las familias reclaman mantener una comunicación fluida y tender puentes sólidos con la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias para tratar de buscar de forma coordinada soluciones para paliar los malos resultados de los estudiantes, reflejados en el informe PISA, que sitúan la enseñanza del Archipiélago como la peor de España.

La presidenta de la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Madres y Padres de Canarias (Confapa), Josefa Méndez, insta al nuevo equipo de Educación, liderado por María José Guerra, a mantener más contacto con las familias. "Antes teníamos contacto continuo con la Consejería, pero con el nuevo equipo no es así", denuncia. Hasta ahora, asegura, había una comunicación bidereccional entre la administración y los padres e, incluso, contaban con ellos para detectar determinados problemas en los centros. "Ahora estamos en el aire", expone.

El sistema educativo "es una máquina y el engranaje tiene que funcionar, porque los mayores perjudicados son los alumnos". Por esto, la presidenta de Confapa considera que para mejorarlo hay que trabajar en equipo. "No es que tengamos la solución, pero deben tener en cuenta nuestra problemática para tomar medidas", reclama Méndez. Uno de los problemas que destaca Confapa es la falta de apoyo económico a las familias. Desde hace años, la Confederación lucha por recuperar ayudas para afrontar la recogida temprana, las actividades extraescolares en los centros, el material o los libros de texto. "Es una sangría", afirma Méndez. Quien asegura que, aunque los presupuestos han vuelto a los niveles de hace una década, las familias no han recuperado las ayudas.

En ese sentido, la presidenta de Confapa destaca que las familias no tienen quien les defienda, así como los docentes tienen un sindicato. Por esto, pide que las instituciones tengan en cuenta sus demandas para tratar de aliviar los problemas que tienen para conciliar la vida laborar con la vida escolar. Así, se facilitaría la implicación y participación de los progenitores en el sistema educativo.

"Ya es hora de que se planteen soluciones reales", solicita la portavoz de las familias, porque el problema del sistema educativo no es nuevo. Por esto, insta a pasar a la acción y mejorar el modelo. "Por desgracia", lamenta, "cada vez que hay un cambio político se cambia la ley de educación y habría que llegar a un consenso y hacer una reforma, pero con cabeza".

Además de las altas ratios que impiden a los docentes a dedicar la atención suficiente a las necesidades de los estudiantes, Méndez critica que, cada vez más, los profesores tienen que cumplir con más burocracia. "Dedican menos horas a la educación, que es estar en las aulas dando formación a los niños, no estar cumpliendo con trámites de papeleo", sostiene.