La observación del universo desde los Observatorio de Canarias en los últimos cinco años ha dejado titulares que, a menudo, pueden llegar a resultar incluso inverosímiles para la conocimiento humano. Un agujero negro supermasivo que, según la teoría estándar de la evolución, no tendría por qué haberse formado o una estrella que, por los elementos que la forman, no debería si quiera existir, han puesto en los últimos años patas arriba el conocimiento científico del cosmos. Y lo ha hecho desde el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Sus instalaciones y científicos han mostrado la ciencia cambiante en la que se basa el conocimiento del cosmos. Y no solo descubrimientos, la red telescopios con los que cuenta el IAC, han sido testigos de varios hitos en la astrofísica internacional. Es el caso de los telescopios Magic, instalados en el Observatorio del Roque de los Muchachos, que hace pocas semanas detectaron el primer estallido de rayos gamma en muy altas energías gracias a su rápida capacidad de reacción. Sus investigadores también han estado presentes en esos "emocionantes descubrimientos" que podrían tener una importante relevancia en el futuro de la sociedad, como encontrar un exoplaneta que tiene todas las papeletas para ser habitable u observar las primeras estrellas que se formaron en la Vía Láctea para entender cómo se generaron los elementos químicos tras el estallido del big bang.