La responsabilidad económica que deben asumir la Unión Europea y Estados Unidos para reparar el daño provocado por los desastres climáticos en los países en desarrollo es de algo más de 25.000 millones de dólares anuales hasta 2022. Esta cantidad supone, aproximadamente, la mitad del coste global, según concluye un informe de WWF presentado este en el marco de la XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático (COP25) que se celebra en Madrid.

El estudio de Civil society review cuantifica la responsabilidad por países en función de las emisiones que han generado desde que se inició la revolución industrial en las naciones más desarrolladas y los efectos que esto ha provocado en los países más vulnerables del plantea.

El informe titulado Can Climate Change-Fuellen Loss and Damage Ever Be Fair, presentado por la ONG calcula que es necesario movilizar una financiación de 50.000 millones de dólares en 2022 para reparar las pérdidas por el cambio climático en los países en desarrollo, que son, precisamente los que más sufren por el impacto del calentamiento global.

El estudio, en el que han participado un centenar de ONGs de todo el mundo, concluye que de este coste, Estados Unidos y la Unión Europea deben asumir más de la mitad de esa mencionada cantidad como reparación.

Uno de los temas de las negociaciones que se desarrollan hasta el día 13 en la COP de Chile que tiene lugar en la capital española es, precisamente, la reparación de las pérdidas y los daños en los países en desarrollo.

En estos días, quedan por definir los mecanismos para movilizar la financiación climática mediante nuevas e innovadoras vías como impuestos a los combustibles fósiles y transacciones financieras, que podrían generar recursos a gran escala para los países que están en primera línea de los efectos del cambio climático.

El análisis evalúa la responsabilidad económica de los países desarrollados, por su contribución al aumento de la temperatura global, y destaca la necesidad de fijar respuestas eficientes frente a los desastres climáticos, la importancia de repensar el sistema alimentario para hacerlo resistente en un entorno de ecosistemas desestabilizados y dar una respuesta a la creciente crisis migratoria que proteja los derechos de las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares.

El documento reclama a los países desarrollados que empiecen "inmediatamente" a proporcionar financiación pública para apoyar la adaptación climática y abordar las pérdidas y daños provocados por el cambio climático.

La 'parte justa'

La base del informe es que se calcula la parte justa de responsabilidad de cada país para fijar los costes en función de las emisiones históricas al cambio climático y su capacidad para tomar medidas climáticas, en función del ingreso nacional. En concreto estima que el 30 por ciento del coste por los daños causados corresponde a Estados Unidos; el 24 por ciento a la Unión Europea; mientras que a India el corresponde un 0,5 por ciento. Así, sugiere que se debería proporcionar una nueva financiación y otros 50.000 millones de dólares en 2022, para así aumentar a un mínimo de 300.000 millones de dólares para 2030.

Entre los países que más afectados están por los costes humanos del cambio climático figura Mozambique, con una crisis alimentaria que afecta a 45 millones de personas así como 648 muertos, millones de desplazados y la destrucción de hogares, infraestructuras y cultivos, lo que ha provocado un coste de más de tres millones de euros en daños.

El experto en Política Global de Adaptación Climática para WWF, Sandeep Clamling Rai ha dicho durante la presentación del informe que "la lucha de las personas por la justicia social y económica se ha posicionado en el centro del tablero, en paralelo con la lucha contra la crisis climática".

Así, en su opinión, "estas luchas son alimentadas por la creciente desigualdad, la pobreza y los impactos del cambio climático en las comunidades más pobres y marginadas y los ecosistemas vulnerables de todo el mundo".

Y añade: "Tenemos poco tiempo para responder a las crecientes demandas de las personas".

Por ello, reclama que para evitar el caos los países ricos prioricen la financiación de pérdidas y daños, al tiempo que precisado que una forma de enfocar estos esfuerzos es mejorar las soluciones basadas en la naturaleza, para minimizar las pérdidas y daños futuros al mismo tiempo que se aborda la crisis climática.

El informe destaca que las pérdidas y daños por el cambio climático podrían alcanzar los 300 o 400 miles de millones cada año y una ONG que ha colaborado con el estudio calcula que los países desarrollados deberían destinar 4 billones de dólares anuales hasta el año 2030 en los países menos desarrollados para enfrentar los daños en proporción con el tamaño de sus economías.

Sin embargo, el estudio recomienda que estos establezcan un objetivo mínimo anual de al menos 50.000 millones de dólares al año hasta el 2022 y a partir del 2025 hasta 2030 un total de 300.000 millones de euros para paliar las pérdidas y daños a través del Mecanismo de Varsovia de la Organización de Naciones Unidas.