En el debate sobre cómo hacer del turismo un elemento de lucha contra el cambio climático, tanto Torres como los representantes empresariales participantes en el encuentro destacaron el ciclo del agua, y la movilidad en las Islas como elementos determinantes en la consideración de Canarias como un destino verde, sostenible y de lucha contra el cambio climático. Canarias no puede ser un turismo sostenible si no tiene un ciclo del agua regulado a través de una apuesta por la sostenibilidad", afirmó Torres antes de recordar que en 1964 se instaló la primera desaladora en Canarias, en Lanzarote. "Hoy, si Canarias no tuviese desalación, no habría agua. Pero además se consigue con un ciclo en el que sea la energía limpia la que suministra el agua desalada, estamos en el camino correcto hacia la sostenibilidad".

Agustín Manrique de Lara, por su lado, destacó que "hemos pasado de sacar agua de los pozos y vaciando acuíferos a una economía basada en el turismo en la que desalamos agua de mar, la utilizamos en los hoteles, le reutilizamos en agricultura y estamos subiendo los acuíferos por primera vez en muchos años". Según él, "si no moviésemos esos metros cúbicos en consumo turístico, no estaríamos en disposición de recuperar los acuíferos". En su opinión, "el sector empresarial quiere liderar desde la responsabilidad, y creo que en estos momentos es imposible asumir un proyecto sin la adecuada adaptación y el respeto al objetivo del desarrollo sostenible", subrayó".