Martin Hairer, una de las figuras más relevantes en la investigación matemática mundial, visitó la Universidad de La Laguna para celebrar los 50 años de estudios matemáticos del centro académico. Hairer habló del Análisis Estocástico, conectado con otras ramas de las Matemáticas, de la necesidad de implicar a los niños en el aprendizaje de esta disciplina y de que a algunos gobiernos solo les interesan los grandes proyectos de investigación.

La de Martin Hairer es una de esas mentes matemáticas que mueven el mundo. Y lo hace desde el campo que domina: las ecuaciones diferenciales parciales estocásticas, un trabajo por el que en 2014 obtuvo la Medalla Fields, el más alto galardón en su disciplina, equivalente al Nobel de Matemáticas.

Este experto mundial, profesor del Imperial College de Londres más centrado en la investigación que en la enseñanza, decidió ser matemático en vez de físico porque "las teorías matemáticas, una vez que las demuestras, se mantienen para siempre".

Usted trabaja en el área de las ecuaciones estocásticas, algo que, de puertas afuera, parece muy complicado. ¿Se puede predecir lo aleatorio?

No realmente... Cuando algo es aleatorio no lo puedes predecir. De lo que se trata es de describir cosas, tal y como se hace en las teorías matemáticas de probabilidad. Hay modelos matemáticos muy exactos. Con los dados, por ejemplo, se puede ser muy preciso. Si lanzas los dados al aire pocas veces, no puedes predecir con seguridad lo que te saldrá, pero si los lanzas miles de veces puedes estimar que ciertas cosas que van a pasar serán muy probables y otras muy improbables. Lo que no quiere decir que se tenga el control.

¿Puede darnos algún truco para que los niños pierdan el miedo a las matemáticas?

Lo importante es hacerles entender que las matemáticas no consisten en aprender unas reglas y luego replicarlas. A nadie le gusta aprenderse cosas para tener que recordarlas, pero es cierto que los profesores tienen que dar los contenidos con cierta premura a niños con distintas habilidades. El quid de la cuestión está en que a los niños se les permita descubrir las matemáticas por sí mismos, involucrándolos para que pregunten y argumenten. Eso es lo que hacemos los matemáticos.

¿Qué considera que aún queda por hacer o por mejorar en el campo de las matemáticas?

En realidad, hay muchas cosas, pero me gustaría que los gobiernos no se focalizarán tan solo en los grandes proyectos. Muchos matemáticos serían felices con una cantidad anual para viajar, intercambiar opiniones y participar en proyectos internacionales.