"El mejor remedio para evitar el contagio del VIH es hacer uso del preservativo", insiste el doctor Rafael Granados. Siguiendo esta línea, el profesional del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín pone de relieve que las enfermedades de transmisión sexual están experimentando un crecimiento "exponencial" entre los jóvenes, como consecuencia de no recurrir a este método anticonceptivo. "Todos estos procesos se tratan con antibióticos, pero lo que tememos los especialistas es que, con el paso de tiempo, dejen de ser efectivos para abordar dolencias como la sífilis o la gonorrea", señala el sanitario.

Teniendo en cuenta esto, el facultativo avala la necesidad de crear una mayor conciencia social, con el propósito de informar de los peligros que puede representar para la salud padecer alguna enfermedad de transmisión sexual y, por supuesto, el VIH. "Es necesario difundir más información en las escuelas e insistir en una mayor formación cuando los jóvenes entran en la etapa de la adolescencia", valora el especialista. Para después agregar que, "es fundamental ofrecer educación sexual en las escuelas de secundaria, porque estamos hablando de unas enfermedades que se pueden evitar fácilmente", argumenta el médico del área Norte de Gran Canaria.

Asimismo, el doctor Granados hace hincapié en el estigma social al que continúan sometidos los enfermos de VIH. "Son muchas las personas que prefieren ocultar que padecen la patología por miedo al rechazo. Este hecho pone de manifiesto el gran desconocimiento social que aún tiene esta dolencia", determina el experto. Por lo que concierne a la decisión del Ministerio de Sanidad de financiar la profilaxis preexposición desde el pasado 1 de noviembre, para un grupo determinado de individuos, el doctor no duda en valorar la acción como "muy positiva". "Creo que es una medida que ha demostrado su eficacia y que disminuye el riesgo a contraer el VIH de forma significativa", comenta. Si bien es cierto, que quiere dejar muy claro que es "imprescindible" utilizarla como un método complementario al preservativo .

"La profilaxis preexposición forma parte de una medida más que proporciona la sanidad pública a unos colectivos determinados, que presentan un mayor riesgo a contraer la patología, que el resto de la sociedad", aclara el especialista.

El incremento de la presencia del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) en pacientes jóvenes preocupa a los especialistas de las Islas. Lo cierto es que la comunidad autónoma cerró 2018 con una suma de 5.213 personas afectadas por esta enfermedad, que apunta una elevada incidencia en las Islas, y que es capaz de desencadenar el virus del sida. Así lo comunicó la Consejería de Sanidad del Ejecutivo autonómico, con motivo de la celebración del Día Mundial de la lucha contra esta patología -que se conmemora hoy- y que en esta ocasión defiende el lema Las personas marcan la diferencia. Los datos ponen de manifiesto que el pasado año se produjeron en el Archipiélago 272 nuevos diagnósticos, a los que hay que añadir otros 148 -que corresponden a casos acumulados- y que, hasta el momento, no habían sido incluidos en el cómputo total.

Siguiendo esta línea, y según los datos que figuran en el registro de información de nuevas infecciones por VIH, el 90,4% de los casos detectados en el pasado ejercicio anual corresponde a varones, con edades comprendidas entre los 20 y los 39 años. Por categorías, el 65,4% de los nuevos diagnósticos lo conforman hombres que tienen sexo sin protección con otros hombres; el 27,2% corresponde a relaciones desprotegidas entre hombres y mujeres; y el 1,8% restante son personas que se inyectan drogas (PID).

"En las Islas tenemos una incidencia superior a la media nacional -12,78 casos por cada 100.000 habitantes, frente a 9 casos- y hay que tener en cuenta que España es un país que ya de por sí presenta unas elevadas tasas, anota el doctor Rafael Granados, médico adjunto del servicio de Medicina Interna en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

No obstante, para el especialista, uno de los principales agravantes es que muchos de los nuevos diagnósticos corresponden a personas cada vez más jóvenes. "El 12% de los nuevos contagios que se producen en España son pacientes menores de 25 años. Esta realidad nos preocupa enormemente, porque estamos hablando de personas que van a necesitar tratamiento de por vida, con unos fármacos que no están exentos de efectos adversos y que deben consumir a diario", advierte el profesional del complejo norteño.

A juicio del facultativo, "se ha perdido el miedo" a contraer esta afección, caracterizada por atacar a las células CD4, que forman parte del sistema inmunitario. Y es que, "probablemente", la confianza depositada en fármacos que han demostrado su eficacia en el manejo de esta patología ha contribuido a dejar atrás este temor. "A esto hay que añadirle que los jóvenes hoy en día hacen uso de diferentes aplicaciones tecnológicas para tener encuentros sexuales. Estos pueden llegar a ser múltiples, y en muchas ocasiones, no utilizan ningún tipo de protección", advierte el experto. Ante este panorama, el doctor Granados advierte que, si no se crea conciencia social, el problema llegará a afectar a la sanidad pública. "Nuestros recursos son limitados y el sistema sanitario no puede sostener un número creciente de personas con VIH que requieren seguir un tratamiento de por vida. Estos fármacos tienen un coste muy elevado, y de seguir así, llegará un momento que no se podrán financiar", argumenta el profesional sanitario.

Por lo que concierne a la sintomatología, es importante tener presente que se trata de una enfermedad que puede permanecer oculta durante mucho tiempo. "Aproximadamente, un tercio de las personas infectadas desconoce estarlo. Este hecho les lleva a eludir hacer uso de medidas preventivas, a la hora de mantener relaciones sexuales", anota el especialista del Negrín.

Según explica, en la primera fase de la enfermedad, que se conoce como infección aguda, pueden hacerse notorios unos efectos similares a los de un proceso gripal. "Es frecuente que aparezcan entre tres y seis semanas después del contagio. Los síntomas pueden incluir dolor de garganta, crecimiento de los ganglios a nivel del cuello, aparición de fiebre, dolor de cabeza y sensación de malestar generalizado", enfatiza el doctor Granados.

Si no se detecta el virus, con el paso del tiempo, entra en la que se conoce como fase de infección crónica. "La evolución es lenta y el virus va destruyendo, progresivamente, parte del sistema defensivo. En ese momento, se van produciendo infecciones", indica el facultativo. "Cuando las defensas se encuentran ya a niveles muy bajos y se convierte en sida", prosigue, "aparecen procesos más graves que no solo tienen un carácter infeccioso, sino también tumoral".

Lo cierto es que el tratamiento de la infección por VIH "está experimentando un cambio muy importante". Así, en los últimos cuatro años han surgido fármacos antirretrovirales inhibidores de la integrasa o análogos de nucleósidos con una posología más cómoda y con menos efectos secundarios. "Ya se encuentran en fase de estudio algunos fármacos que precisan ser administrados por vía intramuscular y que pueden ser aplicados en períodos más largos del tiempo", sostiene el doctor.

Cabe resaltar que el arsenal terapéutico disponible ha abierto una vía esperanzadora a los afectados por esta dolencia. "La eficacia de un tratamiento bien administrado para controlar la replicación viral se sitúa en torno al 90 y el 95%", celebra el profesional. Y agrega que, "la medicación debe ser tomada a diario para tener unas buenas expectativas de supervivencia",

Daños colaterales

Los medicamentos destinados a abordar el VIH no están exentos de efectos secundarios. A pesar de que los últimos fármacos pueden presumir de provocar una menor cantidad de reacciones adversas, las más frecuentes que han sido observadas son la intolerancia digestiva, la aparición de reacciones cutáneas, problemas hepáticos, descalcificación ósea y deterioro de la función renal. " No obstante, gracias al empleo de estos medicamentos, los afectados por la dolencia anotan una esperanza de vida que ronda entre "los 70 y los 75 años".