"Son los invisibles de la salud mental y están a la cola de la cola entre los enfermos con estas patologías". Así define Evelia Martín, desde la Asociación TLP Impulso, colectivo de ámbito insular creado a finales de 2017 y formado por familiares y profesionales, a los aproximadamente mil pacientes canarios que sufren el trastorno límite de la personalidad (TLP). Unas 40 personas integran la asociación, que reclama apoyo asistencial y sociosanitario para estas personas. En 2017 eran 179 los pacientes contabilizados a través de las doce unidades de salud mental de la Isla. Pero los cálculos apuntan a una cifra real de entre 400 y 500 en Tenerife y el ya mencionado millar en toda Canarias. "Esta patología -añade quien llega a esta enfermedad por su condición de familiar- afecta a todas las edades. De los 18 a los 50. Y sobre todo a mujeres, en un 75%". "Convivir con estas personas -apostilla- es muy duro; pasan de 0 a 120 en décimas de segundo. No pueden vivir solos, pero hacerlo en compañía resulta complicado". Recuerda los principales síntomas: "Problemas para regular las emociones y los pensamientos; comportamiento impulsivo y dificultades en las relaciones interpersonales". Recalca "el alto grado de sufrimiento diario" porque falta de todo: "Urgencias psiquiátricas específicas; un recurso intermedio entre hospitales infanto-juveniles y unidades de adultos de salud mental; un centro de día...".