Los canarios han ganado tres años de vida en la última década. Sin embargo, ese incremento de la esperanza de vida no ha aumentado a la vez que los años de vida saludable. Solo once meses de esos tres años podrán dedicarlos a pasear, jugar con sus nietos o hacer esas actividades con las que soñaban antes de jubilarse. Los otros dos años, su calidad de vida tenderá a empeorar, aumentando los ingresos en los centros hospitalarios, los hacinamientos en Urgencias y, en el caso concreto de Canarias, la espera por una plaza en un centro sociosanitario que pueda dar respuesta a sus necesidades concretas. De los 83 años que viven de media los canarios, 18 los pasan con una o varias patologías que les limitan para disfrutar una vida plena.

Así lo constata el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en su publicación Esperanzas de vida en España, 2017, que determina que Canarias ha sido la comunidad donde se ha incrementado en mayor proporción la esperanza de vida desde 2002 (4,3 años), seguida de Madrid (4,1 años). Un incremento ascendente en toda la serie que, sin embargo, ha sufrido diversas oscilaciones en las condiciones de salubridad. Es decir, la gente ha empezado a vivir más, pero durante muchos años -especialmente los de la crisis- lo ha hecho peor. No obstante, en los últimos datos recopilados -referentes a los años 2016 y 2017- los años de vida saludable al nacer en Canarias han sufrido un incremento considerable con respecto a los niveles que registró en 2011, el peor año de la serie. En esa época, los años que los canarios sufrían una incapacidad ascendían a casi 24 de los 81 que vivían. Además, la salud del Archipiélago ha remontado considerablemente, marcando en 2017 una cifra que supera la media española y proporciona a los canarios 64,58 años de vida saludable, muy lejos ya de aquellos 57,87 años que colocaron al Archipiélago a la cola de España en 2011.

Durante la crisis, se pudo constatar que los sucesivos recortes que experimentó la sanidad canaria y otros servicios sociales tuvieron consecuencias directas en la salud de la población. Así al menos lo trasladó en aquel momento la Asociación en Defensa de la Sanidad en Canarias (ADSPC), que relacionó este descenso en la calidad de vida con las altas tasas de pobreza, el desempleo, los sueldos más bajos y una sanidad deficitaria. Esta mejora de la situación en Canarias ha ido acompasada de los diferentes programas de promoción de la salud que ha puesto en marcha los últimos años la Consejería de Sanidad, a través de la Dirección de Salud Pública, relacionados con el tabaquismo, la obesidad infantil o la alimentación sana, entre otros.

Las que han mejorado considerable su vitalidad son las mujeres. Ahora, de los 85 años que viven, 64 lo hacen con una salud de hierro. Diez años más que lo que lo hacían en plena de crisis. Las mujeres fueron, de hecho, las más perjudicadas por la recesión económica en términos de salud, algo que coincide, por ejemplo, con los índices de pobreza, que siempre han sido más acusados en las mujeres que en los hombres. En unos años en los que los hombres vivían libres de incapacidad una media de 61 años, las mujeres solo lo hacían 54 años. Hoy, al igual que en 2006, ambos tienen la posibilidad de vivir de manera saludable el mismo tiempo, aunque ellas sigan viviendo cinco años más.