"En la política hoy falta diálogo y lealtad, pero para dialogar hace falta que todas las partes quieran hacerlo y para eso hay que saber escuchar". "El diálogo en democracia tiene un altísimo valor y hay que propiciarlo más para afrontar los retos de todo tipo que debe afrontar el país". Estas fueron dos de las principales ideas que defendieron ayer María Teresa Fernández de la Vega, exvicepresidenta del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero y actual presidenta del Consejo de Estado, y Gabriela Bravo, fiscal de menores y portavoz del Consejo General del Poder Judicial y desde 2015 consejera de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas de la Generalitat Valenciana, en el marco de El mundo que queremos, organizado por Fundación CajaCanarias dentro del programa Otoño Cultural 2019.

Saber escuchar, saber en qué espacios hay que hacerlo, cuáles son los espacios más urgentes para entablar un diálogo que llegue a la ciudadanía y que exprese no solo la razón y las razones, sino también la emoción y las emociones fue parte del diálogo que mantuvieron ambas mujeres en este foro que estuvo moderado por el periodista y escritor Fernando González Delgado.

Bravo señaló que como responsable política y como ciudadana se pregunta "¿si dialogar cuesta tanto?" "En este momento más que nunca es una pregunta que se hace la ciudadanía también" y expuso "la necesidad de reflexionar sobre un instrumento, una herramienta que está en la base de la democracia" porque -dijo- "sin diálogo no hay democracia; no es la democracia que queremos", añadió.

Ambas políticas incidieron en la necesidad de desarrollar la capacidad de entenderse desde la generosidad, la comprensión y la inclusión del otro en todos los ámbitos, no solo desde los gubernamentales, también en el parlamentario y el resto de instituciones, entre ellas la Justicia y los órganos constitucionales para defender la propia subsistencia de éstas.

Respecto a la escena política que se plasma desde dentro del Congreso de los Diputados, donde no solo cuesta llegar a consensos sino que el diálogo parece estar roto y los diferentes partidos políticos solo hablan desde la tribuna para animar a los propios, y también desde la esfera del relato del desafío soberanista en Cataluña, Fernández de la Vega destacó que "ha habido diálogo, pero no ha sido suficiente para llegar a acuerdos de convivencia que permitan que cada una de las partes ocupe el espacio democrático que le corresponde", afirmó y luego evidenció que "el diálogo es una cuestión de dos, sin imponerlo; hay que hacerlo entre partes distintas, pero en condiciones de igualdad para expresar opiniones que puedan llevar a componer una solución donde hay conflicto, si es que lo hay, o ajustar la situación basada en el respeto y la convivencia".

Las dos políticas incidieron en que la primera cualidad del diálogo es tener capacidad para la escucha una premisa sobre la cual manifestaron que "escuchamos poco".

De la Vega insistió en que "ha habido muchos discursos para intentar reconducir la situación (en Cataluña), pero está claro no han sido suficientes porque los hechos evidencian que estamos donde estamos porque no se ha canalizado el conflicto, así que debemos seguir trabajando para que se canalice, pero eso exige esfuerzo por las partes".

Bravo apuntó que para que fructifique el diálogo "debemos apartarnos de los fanatismos y respetar la legalidad, aunque la legalidad se pueda modificar también", dijo.