Los pacientes canarios con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son más proclives a sufrir del corazón. Las complicaciones asociadas a esta enfermedad, que sufre el 11,1% de la población canaria a partir de los 40 años -provocada por el consumo indiscriminado de tabaco-, son más importantes en las Islas que en el resto de España. De ahí que los médicos, que han ratificado esta conexión entre ambos factores recientemente, creen que se puede deber a "una cuestión genética" o los "hábitos de vida de la población canaria".

Así lo desgrana el neumólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, Juan Marco Figueira Gonçalves, que en los últimos años ha concluido esta relación entre la EPOC y la incidencia de las patologías cardiovasculares. Concretamente, el 66% de los pacientes también padece hipertensión arterial, el 67% dislipidemia -o concentración alta de colesterol en las arterias- y el 40% son obesos. En menor proporción, uno de cada diez pacientes tiende a sufrir insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquiémica, osteoporosis o enfermedad renal crónica. No obstante, son estas patologías asociadas las que se relacionan con mayores tasas de mortalidad.

Esta situación, como afirma el neumólogo, solo ocurre en Canarias y lo hace "incluso desde los estadios más precoces de la enfermedad". Esto provoca que, a la falta de aliento que ya genera la EPOC, el paciente deba sufrir una serie de comorbilidades que finalmente "aportan complejidad al manejo del paciente", explica Figueira. Pero la cosa no se queda ahí.

Ocho de cada diez pacientes con EPOC en las Islas afirman sentirse poco apoyados por su entorno. Lo que se traduce en una "autoexclusión" de estos pacientes del resto de su entorno. "Por su propia condición abandonan su vida social, porque se asfixian y no pueden seguir el ritmo de las personas de su entorno", afirma Figueira. Y es que esta progresiva pérdida de las relaciones sociales y la autonomía produce en gran parte de los pacientes "trastornos de conducta" relacionados con la depresión.

A su vez, esta condición se traduce en un importante número de pacientes que, a pesar de tener su enfermedad muy avanzada, rehúsan a abandonar el hábito tabáquico. El 35% de estos pacientes sigue fumando y una gran parte lo hace porque "tiene una alta dependencia a la nicotina" y su "único placer" es encenderse un cigarrillo. Otro grupo de pacientes que constituye este porcentaje es el que integra todos aquellos con pocos síntomas asociados a la EPOC.

Más controles

"Estos resultados refrendan la importancia de la valoración de la enfermedad cardiovascular para un correcto control de los síntomas en los pacientes de las Islas", insiste el especialista, que es firme defensor de que los sistemas de salud aborden a estos pacientes en Canarias atendiendo a sus características específicas.

Los resultados preliminares del estudio nacional EPISCAN II, que ha incluido por primera vez a la población canaria, concluye que en la última década la incidencia del EPOC ha sufrido un crecimiento del 4%. De esta manera, a partir de los 40 años, los canarios tienen un 11,1% de probabilidades de sufrir esta enfermedad. Un aumento que se debe, según el especialista, a la incorporación femenina al hábito tabáquico. Aún así, el perfil de enfermo de EPOC sigue siendo un hombre -la prevalencia masculina es del 15%- de 69 años, con ingresos inferiores al salario mínimo (42%) y que en un 21% de los casos vive solo.

Relación con la calima

Aunque está constatado que las intrusiones de polvo sahariano en el Archipiélago complican aún más la EPOC, no se ha demostrado una relación directa entre el aumento de riesgo de padecerla y la ocurrencia de estos eventos.

Genes determinantes

En el padecimiento de enfermedades como la diabetes o el asma, los genes canarios tienen mucho que ver. Varios estudios han relacionado la genética que impera en las Islas con la mayor predisposición a sufrirlas. Ahora se valora que la relación de la EPOC y la patología cardiovascular también podría tener este origen genético.