El endocrino pediátrico José Manuel Rial ha advertido este lunes de la alta prevalencia de la obesidad infantil en Canarias, y ha subrayado la relación existente entre esta patología y la falta de sueño.

José Manuel Rial, que pertenece al Servicio de Endocrinología Pediátrica de Hospiten Rambla, realiza esta consideración en un comunicado con motivo de la celebración mañana del Día Mundial de la Obesidad.

"La privación del sueño influye en el apetito, pues al sentirse fatigados, los niños tienden a comer más para adquirir más energía y está comprobado que, a menor tiempo de descanso nocturno, el niño tiende a ganar más peso", afirma Rial.

Esto se debe a una confusión de las señales internas, pues el niño compensa la fatiga por no dormir con una ingesta exagerada, explica el especialista en Endocrinología Pediátrica, quien subraya la importancia de desarrollar buenos hábitos del sueño desde la infancia para que en un futuro puedan tener una vida saludable.

En Canarias el 35,5 por ciento de los niños tienen sobrepeso, apunta el especialista de Hospiten, quien precisa que Murcia, Ceuta y Melilla están a la cabeza en la clasificación de obesidad en España.

El sobrepeso ha aumentado en 9 puntos, un 28 por ciento, desde el que se realizó el último estudio sobre obesidad en el período 1998-2000, continúa el endocrino, quien señala que en Canarias el hecho de que la tasa de obesidad y sobrepeso sea mayor que en otras comunidades se debe a que las zonas costeras, eminentemente turísticas, adoptan hábitos de alimentación menos equilibrados que las zonas rurales, donde se conservan mejor las tradiciones gastronómicas.

Otra de las variables es el nivel socioeconómico y cultural de las familias, porque en los sitios donde se ha podido analizar el índice de pobreza relativa de los barrios, se observa que, en los más pobres, la obesidad y el sobrepeso se incrementan hasta el 39 por ciento.

"El tiempo que los pequeños pasan junto con los padres es también muy importante. Cuanto menos tiempo compartido, más tiende el niño a buscar satisfacción de esa carencia con la comida", añade el especialista.

En cuanto a la prevención, el grupo hospitalario insiste en la necesidad de que haya una vigilancia estricta incluso antes del nacimiento del bebé, porque "la obesidad materna es un factor predisponente para un alto peso al nacimiento y una obesidad posterior del niño".

El endocrino pediátrico también señala la importancia de aconsejar a los padres en la composición de la alimentación, tratar de influir en su cesta de la compra (más vegetales y menos alimentos industriales) y en realizar actividad física diariamente.

Además, subraya el sedentarismo ocasionado por los entretenimientos electrónicos y recomienda limitar las horas que el niño pasa delante de una pantalla.