Os Palleiros está de celebración. Un joven de Pontevedra que fue denunciado hace un año por maltrato animal de su perro ha sido condenado a 9 meses de prisión y 2 años de inhabilitación especial para la tenencia de animales. Además, deberá pagar los costes procesales y asumir al menos parte de los gastos de atención veterinario del animal, en grave riesgo de salud cuando fue recogido por la protectora pontevedresa. Roger, como así fue bautizado el can, un cruce de pitbull, se encontraba, literalmente, "en los huesos". La intervención de Os Palleiros y el Seprona ha permitido un final feliz para la historia y que el perro disfrute ya de la vida que merecía con una nueva familia.

La historia tiene su enjundia. El dueño del perro, un joven vecino del centro de Pontevedra, llamó a la Policía Local de Pontevedra asegurando que había encontrado a un perro en una cuneta en la parroquia de Pontesampaio en muy mal estado y que lo había llevado a su casa. Los agentes se personaron en el domicilio y confirmaron la delgadez del animal. Cuando las voluntarias de Os Palleiros fueron a recogerlo se encontraron un piso caótico y a dos perros, uno sano y el otro, Roger, en "un estado lamentable". "Se le marcaban todos los huesos, estaba sin fuerzas y ya no contábamos con él", explica Gloria Cubas, presidenta de la protectora.

Una serie de contradicciones en los argumentos del joven llevaron a la desconfianza en Os Palleiros, "en seguida nos dimos cuenta de que era suyo". Entonces, decidieron denunciar y el Seprona "tiró de la manta" confirmando la propiedad del animal, que carecía de chip.

Ahora, un año después de su recogida, el perro está feliz con una mujer de Santiago de Compostela que decidió darle una oportunidad. Allí comparte casa con otros animales, incluidos gatos, con los que se lleva de maravilla "porque tiene un carácter muy bueno, es un amor de perro", confirma Gloria Cubas.

La presidenta de la protectora pontevedresa celebra el fallo judicial, pero insiste en que para los defensores de los animales siempre es insuficiente. "La Justicia funciona, con esto nos ha quedado demostrado, pero quisiéramos más porque al no pasar de dos años no habrá ingreso en prisión. Queremos, sobre todo, que la gente se conciencie de que un perro no es de usar y tirar", manifiesta. En este sentido, considera que una persona así no está capacitada para convivir con animales y "¿quién nos dice que dentro de dos años cuando se le acabe la inhabilitación no va a coger otro perro y volver a hacer lo mismo?", se pregunta.