Los responsables de Cruz Roja Española en Santa Cruz de Tenerife ya buscan nuevos espacios en los que alojar de forma urgente y en condiciones dignas a aquellos inmigrantes que puedan llegar en las próximas semanas o meses a Canarias y, en concreto, a las islas occidentales. Así lo reconoce Mayte Pociello, presidenta provincial de la ONG que se ha especializado en asistir a personas que llegan por vía marítima y en situación irregular al país. Dice que en esta labor su entidad actúa de forma coordinada con el Ministerio de Trabajo y Migraciones.

Esta representante de la organización humanitaria señala que se intenta localizar edificios de ciertas dimensiones para acoger a decenas de personas que arriben en pateras o cayucos en el futuro próximo. Aclara Pociello que algunos inmuebles que, por ejemplo, pueden cumplir con esos requisitos son centros educativos, cuarteles militares o comedores sociales que actualmente se encuentran cerrados o en desuso.

Pociello explica que, por ahora, se desconoce cómo será la evolución de la llegada de inmigrantes por vía marítima y en situación irregular, pero el objetivo del Gobierno del Estado y de Cruz Roja Española es estar preparados ante cualquier contingencia. Y, entre otras cosas, evitar situaciones como las vividas por un grupo de subsaharianos en Las Palmas de Gran Canaria la pasada semana, que fueron liberados en la calle y se vieron obligados a pedir comida o pernoctar en la calle.

En estos momentos, el único centro de internamiento de extranjeros (CIE) que está abierto en el Archipiélago es el de Hoya Fría, pero ha habido momentos en los últimos días que ha estado al máximo de su capacidad. Por ahora, el recurso del mismo nombre existente en Barranco Seco (Las Palmas de Gran Canaria) continúa cerrado por obras de reforma. Desde la Delegación del Gobierno aclaran que todavía no hay fecha concreta para la reapertura, pero advierten de que tendrá lugar próximamente.

La llegada de 150 ocupantes de un cayuco al puerto de Los Cristianos alteró la tendencia de entrada de migrantes en los últimos meses y activó varias alarmas. Por ese motivo, el Ministerio de Migraciones solicitó a Cruz Roja la semana pasada que buscara de forma urgente un espacio para alojar a parte de ese grupo de africanos. Y, ante tal demanda, personal y voluntarios de la entidad humanitaria llevaron a cabo un trabajo intenso para poder acondicionar en menos de 48 horas las instalaciones de su campamento de La Montañeta, en los altos del municipio de Garachico, a donde el pasado jueves por la tarde llegaron 51 adultos de entre 18 y 21 años procedentes de Gambia, Mali y Guinea Conakri. Es decir, que en condiciones normales, esos jóvenes vulnerables (por su edad) deberían haber ingresado en el referido CIE.

Durante la tarde del pasado martes, el presidente autonómico de Cruz Roja, Antonio Rico, acompañado por Pociello, realizó una visita a las dependencias de La Montañeta para conocerlas y saber la labor que se lleva a cabo allí. La presidenta provincial recuerda que la ONG posee tal recinto desde hace 30 años y que, hasta ahora, se ha destinado fundamentalmente a actividades formativas, encuentros, actos festivos o campamentos infantiles. Y ya en el 2006 albergó a menores subsaharianos llegados en cayucos. Los 51 jóvenes que están ahora reciben clases de español, así como formación sobre las normas y costumbres de Canarias y de España. Además, disponen de un espacio para la práctica de deporte y gimnasia.

Desde la ONG advierten de que "venían nerviosos, preocupados y con mucha hambre". Según relataron los afectados, tuvieron nueve días de travesía desde la costa occidental africana y, de ellos, cuatro no comieron ni bebieron nada. La entidad adquirió una cocina industrial de segunda mano "a buen precio" y una nueva nevera, según Pociello. Esta portavoz resalta que "la gente es muy solidaria" y supermercados, otras empresas y particulares aportan comida, que se añade a los alimentos adquiridos por la propia ONG. Y es que "dar de comer a 51 personas tres veces al día no es una broma, pero tenemos suficiente", comenta la directora provincial. El medio centenar de jóvenes pasaron directamente de la Comisaría del Sur a los altos de Garachico. Ahora esperan en dicho enclave a que se resuelva su situación. Si los policías nacionales logran probar su lugar de procedencia, serán devueltos a sus países. En caso contrario, según la legislación, deberán quedar en libertad. En palabras de la directora provincial, "uno desea que todo el mundo pueda vivir en su casa, pero si vienen los atenderemos y acogeremos con la mejor intención".

Cambio de rutas

La Agencia Europea de Fronteras (Fróntex) no ve "preocupante" el repunte de migrantes vía marítima a las Islas, que tiene "bajo control". La institución asegura que cuenta con las herramientas necesarias para hacer frente al crecimiento de la llegada de pateras, que queda muy lejos de la crisis de los cayucos de 2006, cuando Canarias registró 31.678 personas foráneas. En los diez primeros meses del presente año, 1.470 migrantes han arribado a las costas isleñas en pateras o cayucos, un 21% más que en el mismo período del ejercicio pasado, con lo que la afluencia de irregulares supera ya la cifra con la que se cerró 2018 (1.307).

Carsten Simon, jefe de la Unidad de Análisis de Riesgo de Frontex, afirmó ayer que el aumento de embarcaciones a Canarias responde a "cambios en las rutas que encajan dentro de un escenario más grande" que Frontex ya tenía previsto. En la frontera externa de la Unión Europea se están produciendo modificaciones como consecuencia de la búsqueda de rutas alternativas a la del Mediterráneo occidental, sobre todo en los trayectos entre Argelia o Marruecos y España.

Unos 1.460 inmigrantes durante este año

Alrededor de 1.460 personas magrebíes y subsaharianas han llegado a Canarias durante el presente año en pateras y cayucos. Muchos de ellos han sido rescatados en alta mar por parte de profesionales de Salvamento Marítimo.

Desvío de personas por falta de recursos

La saturación del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Hoya Fría obligó a que 51 jóvenes fueran acogidos por Cruz Roja en su campamento de La Montañeta de forma urgente y otros 21 africanos debieron ser atendidos por la comunidad senegalesa y ongs del Sur de Tenerife.