Resulta admirable cuando un soldado es capaz de respetar y valorar a su enemigo. El teniente coronel Ignacio García del Castillo elogió anoche de forma muy vehemente las capacidades de los integrantes del Regimiento Tenerife 49 en sus tres participaciones en operaciones en Afganistán, especialmente en la primera, cuando él estuvo al frente de la misma. Pero con la misma elocuencia con que destacó a los "soldados tinerfeños" con base en Hoya Fría, también reconoció el arrojo y la capacidad de sufrir de los talibanes. Señaló que "eran guerreros muy duros, capaces de luchar en chanclas a 25 grados bajo cero", equipados "con una, dos o tres chilabas, una manta, un morral cargado con munición y un fusil", que se movían con "bicicletas, motos o, los más afortunados, a caballo".

García del Castillo apuntó que tiene "el máximo respeto por ellos y demostraron ser caballeros": cuando tenían bajas, se replegaban, con lo que posibilitaban que los españoles se retiraran el espacio suficiente para que ellos (los insurgentes), pudieran recoger a sus muertos y ofrecerles sus ritos funerarios. Anoche, el Real Casino de Tenerife acogió una jornada en la que el citado García del Castillo, así como los coroneles Juan Sevilla y Luis Antonio Martínez Gimeno expusieran su trabajo al frente del Regimiento Tenerife 49 durante sus despliegues en el referido país, entre 2007 y 2011. En el acto estuvieron, entre otras autoridades, el jefe del Mando de Canarias, Carlos Palacios Zaforteza, y el general de la Guardia Civil Juan Miguel Arribas, jefe de la Zona de Canarias del Instituto Armado.

El teniente coronel García del Castillo explicó que una de las ideas que quedó grabada en los miembros del Regimiento con base en Hoya Fría fue que "no todos los pastunes son talibanes, pero todos los talibanes sí son pastunes". Es decir, que no se podía confiar en cualquiera si se quería garantizar la seguridad de las operaciones. Para este mando, que logró en Afganistán la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo (el máximo reconocimiento en tiempos de paz), "el general Invierno fue el enemigo más complicado", puesto que "no íbamos equipados" de manera adecuada para trabajar a 25 o 30 grados bajo cero. Admitió sin ambages que el frío "fue más peligroso que la insurgencia". También expuso la complejidad de tratar con el alcalde oficial de cada zona, el alcalde en la sombra (talibán) y el "elder", es decir, el hombre mayor que trata de aplicar las normas basadas en las costumbres. Otro peligro al que tuvieron que enfrentarse estaba relacionado con "unas flores muy bonitas llamadas amapolas, que hacían que fuera una zona muy peligrosa", por la presencia de traficantes de droga.

"No hubo desastre"

Del Castillo señaló que "no hubo un desastre humanitario" en la zona de intervención gracias a los integrantes del Tenerife 49. Manifestó que uno de los momentos más difíciles se produjo el 26 de noviembre del 2007, cuando, tras limpiar de bombas un valle varios días, la insurgencia se organizó y decidió atacar con 30 talibanes a los soldados españoles. Los militares tinerfeños estaban casi sin explosivos, sin combustible y con poca comida. Una parte del Regimiento con base en Hoya Fría había acudido a una base para abastecerse de dichos productos. "Sabían que se enfrentaban a una sección", aclara el teniente coronel Ignacio García del Castillo, pero "reaccionamos con tres pelotones". Después, añadió "entramos en el cuerpo a cuerpo en una zona de cuevas y les hicimos huir".

"Entró en combate y lo hizo muy bien"

El teniente coronel Ignacio García del Castillo señaló que la sociedad de la Isla tiene que saber que "el soldado tinerfeño ha entrado en combate y lo ha hecho muy bien". Este mando aseguró que "es noble, el más que he conocido nunca, extremadamente leal, valiente; con el valor irracional", capaz de seguir hacia adelante aunque sepa que esté en peligro su vida, así como "con el valor moral", es decir, ser capaz de reconocer que se ha equivocado y que se puede rectificar. Admitió también que otra de las cualidades de los 119 hombres que seleccionó para ir a Afganistán era la "autoexigencia" cada jornada; "me enseñaron a hacer las cosas bien todos los días". Dijo que "no hay héroes" de un momento para otro. También afirmó que los soldados del Tenerife 49 son "nómadas, duros, aunque no tanto como los talibanes; pero sí más intrépidos, disciplinados y unidos que ellos". En el año 2009, para garantizar parte de la seguridad en el proceso de elecciones en dicho país, otros 450 soldados del Tenerife 49 fueron desplegados al mando del coronel Luis Antonio Martínez Gimeno. En dicha ocasión, se repelió un ataque en el que se registraron 13 bajas y diferentes heridos entre los insurgentes. En 2011, ante la mejora del equipamiento de los talibanes, los militares de Hoya Fría se centraron en el control de la principal ruta terrestre, mediante bases avanzadas y puestos de observación.