Una de cada cuatro mujeres con discapacidad sufre violencia de género y no está atendida de manera integral. Estos casos tienen más posibilidad de sucederse en mayor medida en poblaciones dispersas y rurales, como la canaria. Así lo señaló Jesús Celada, director de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, que concluyó que es necesario abordar este escenario de manera específica, pero para el que, admitió, "falta estadística" que permita establecer políticas dirigidas.

En la jornada de trabajo Violencia de Género y Discapacidad celebrada en el Antiguo Convento de Santo Domingo de La Laguna, el director estatal puntualizó en este sentido que los únicos datos que se conocen actualmente son de las mujeres con discapacidad que fallecen a manos de agresores de su entorno. Por esta razón, "es difícil establecer políticas" ya que no hay estudios que establezcan su grado de discapacidad, el tipo de pareja, su contexto económico y social o sus estudios previos". Lo que sí tienen claro es que estos casos se acentúan en "entornos rurales donde hay mayor dependencia y sobreprotección de la discapacidad". En este contexto, Canarias muestra una vulnerabilidad superior, ya que "existen múltiples municipios pequeños con pocos recursos y las mujeres tienen que desplazarse a las ciudades grandes". Por lo tanto, las víctimas de violencia de género tienen "menos recursos a su alcance".

Celada, que se congratuló del "potente" tejido asociativo con el que cuenta España (más de 7.000 asociaciones dedicadas a la discapacidad), instó al colectivo a acudir a estas asociaciones en primer lugar cuando se tiene constancia de un caso de estas características. "Son organizaciones muy profesionales con grandes técnicos que conocen los casos y son los mejores para abordarlos", insistió. En todo caso, argumentó que esta actuación debe ir de la mano de la Administración. Como insistió, en última instancia, el Estado debe ser quien ponga a disposición de las víctimas los recursos específicos, ya sean a nivel judicial, policial, económico, laboral o formativo, para que puedan salir de esa situación de desamparo.