Las primeras lluvias del otoño cogieron ayer por sorpresa a la provincia tinerfeña. Lo hicieron, además, en forma de fenómeno tropical, producto del encuentro entre una masa de aire húmedo con esa procedencia con una potente borrasca atlántica, un choque que dio lugar a fuertes precipitaciones acompañadas de abundante aparato eléctrico, en especial durante la madrugada, y con apreciables rachas de viento, así como a un ascenso generalizado de las temperaturas.

El episodio provocó inundaciones, desprendimientos, dio origen a algún accidente de circulación, causó retrasos y desvíos en conexiones aéreas y motivó cancelaciones de actividades deportivas y culturales -el Plenilunio de Santa Cruz de Tenerife, entre ellas-, aunque vino bien para aliviar la prolongada sequía que soportan las islas.

La ausencia de avisos meteorológicos que advirtieran de la situación dio pie a quejas de ciudadanos en las redes sociales, aunque, según explicó ayer la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Canarias a través de su cuenta de Twitter, responde a "la dificultad de predecir estos episodios asociados a ondas subtropicales". La presencia en la región macaronésica de la tormenta tropical Pablo, formada el viernes en las proximidades de Azores y que, según las previsiones, podría evolucionar a huracán, ha aportado inestabilidad al tiempo en la zona, aunque ha tomado dirección norte y, por lo tanto, se aleja de Canarias.

El mal tiempo comenzó en La Palma y luego se trasladó a Tenerife, donde se registraron las mayores precipitaciones. La Gomera y El Hierro se vieron menos afectadas por la situación, aunque algunos de los actos previstos en estas dos islas fueron cancelados por precaución, caso de la iniciativa El comercio actúa, que el Ayuntamiento de Valle Gran Rey iba a desarrollar en la zona de El Llano.

Precipitaciones. Las precipitaciones más cuantiosas se contabilizaban en cinco puntos de Tenerife: Las Cañadas, donde poco antes de las 16 horas se habían registrado 52,8 litros de agua por metro cuadrado; Izaña, con 43,6; La Laguna (Llano de los Loros), con 34,8; La Victoria de Acentejo, con 34,2; y el aeropuerto de Los Rodeos, con 30,7. En el Valle de Gúímar incluso cayó granizo. Tras arremeter con fuerza durante la madrugada y la mañana, la lluvia concedió una tregua hasta que en las primeras horas de la tarde volvió a arreciar en prácticamente todo el territorio insular, dando lugar a varias incidencias en las carreteras. En La Palma, la mayor cantidad de agua se registró en la zona de La Quebrada, en el término municipal de Breña Baja, con más de 30 litros por metro cuadrado. Hasta 18 se llegó en la Caldera de Taburiente.

Rayos. La espectacular tormenta eléctrica se dejó sentir primero en La Palma, entre las 3 y las 6:40 horas, para posteriormente viajar hacia Tenerife. A media tarde, cuando la situación parecía haberse estabilizado, Meteorología había notificado más de 1.300 rayos en el Archipiélago, la mayoría de ellos en el mar. La caída de un rayo pudo ser, a tenor de los testimonios de los vecinos, la causa del incendio de una vivienda en el municipio palmero de Los Llanos de Aridane. Otro rayo cayó sobre la zona de San Agustín, en Los Realejos, justo antes de que se produjera una interrupción del suministro eléctrico en la localidad del norte de Tenerife.

Viento. El viento también hizo acto de presencia durante la jornada de ayer. Sopló con cierta fuerza sobre todo durante la madrugada. Las rachas de mayor velocidad se detectaron en Izaña (80 kilómetros por ahora), el aeropuerto Tenerife Norte (76), Candelaria (75), el aeropuerto de Fuerteventura (71) y Tijarafe (70).

Temperaturas. La naturaleza tropical del fenómeno meteorológico se hizo evidente con la elevación de las temperaturas. En este caso fueron las islas orientales las que vivieron un día más caluroso. Las temperaturas máximas correspondieron a Pájara (32,9 grados), La Aldea de San Nicolás y Agüimes (30,2), San Bartolomé de Tirajana (30) y Maspalomas (29,4).

Suspensiones. La cancelación más sonada a la que dio lugar el inesperado episodio de mal tiempo fue, sin duda, la de Plenilunio. La mayoría de las actividades programadas en esta undécima edición tuvieron que ser suspendidas, por seguridad, ante la previsión de viento. También resultaron afectados otros eventos, como el Mercado Barroco de San Juan de la Rambla -dedicada este año a reconocer la influencia portuguesa en las Islas-, que será trasladada al sábado 9 de noviembre, o la muestra gastronómica Saborea Acentejo, en La Matanza.

La celebración del Campeonato de Canarias de Conjuntos de gimnasia rítmica estuvo en el aire como consecuencia de las filtraciones en el pabellón Ana Bautista de Santa Cruz de Tenerife, pero finalmente logró llevarse a cabo, aunque con retraso, gracias a que madres y padres se encargaron de secar las zonas mojadas. La alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife, Patricia Hernández, envió ayer mismo por la tarde a técnicos municipales para evaluar la instalación y buscar una solución inmediata a unas goteras -que ayer eran chorros- que se repiten con cada chaparrón. Lo que sí tuvieron que ser suspendidos fueron dos torneos preparatorios para los campeonatos nacionales fijados para la tarde, que habían atraído a la Isla a deportistas procedentes de Gran Canaria y La Palma. Tampoco pudo celebrarse la carrera solidaria contra el cáncer AECC en Marcha, que iba a desarrollarse en La Laguna. En el ámbito deportivo hubo de ser suspendida la carrera atlética Benemérita Trail, prevista en Tazacorte (La Palma). Además, un total de 70 partidos de fútbol base se vieron afectados de una manera u otra, desde suspensiones a retrasos e interrupciones.

Tráfico aéreo. Ni la lluvia ni el viento alteraron de forma significativa la operatividad de los aeropuertos. Se registraron algunos retrasos y dos desvíos a Gran Canaria de vuelos que tenían como destino Tenerife Sur, según informó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

Afección en RTVC. Incidencias técnicas relacionadas con la tormenta impidieron a los servicios informativos de Televisión Canaria emitir en su horario habitual el Telenoticias 1, que empezó con una hora de retraso.

Una de las imágenes más destacadas que dejó ayer el temporal fue la de las madres y padres de las gimnastas achicando agua en un pabellón Ana Bautista de Santa Cruz de Tenerife con goteras por todos lados. Gracias a la actuación de los familiares de las deportistas se pudo celebrar el Campeonato de Canarias de Gimnasia Rítmica. No era la primera vez que ocurría. El Ayuntamiento, eso sí, actuó con celeridad. La alcaldesa, Patricia Hernández, envío a varios técnicos para evaluar las instalaciones -especialmente el techo- y buscar una solución urgente. No solo eso, ella misma y la edil de Deportes, Elena Mateo, acudieron al pabellón y pidieron disculpas a los padres, micrófono en mano, por las goteras y se comprometieron a poner todo el empeño en arreglar el problema. Los técnicos municipales ya trabajan para resolver las filtraciones, uno de los muchos problemas de esta instalación.

La alcaldesa pide perdón por las goteras del 'Ana Bautista'