Más de veinte años a favor de la conservación y respeto a la fauna marina merecen un premio. La sexta edición del Festival sostenible Arona Son Atlántico La Fiesta de los Océanos entregó ayer su galardón a Rainer Schimpf, submarinista alemán de 52 años, cuyo nombre se ha hecho conocido en todo el mundo al haber sido engullido y liberado por una ballena en Sudáfrica. La organización ha concedido el Premio Arona Son Atlántico 2019 a Schimpf por su trabajo en materia de ecoturismo y la elaboración de programas de educación y conocimiento del mundo marino.

Las aportaciones de este especialista en el conocimiento de cómo se comportan las orcas y su estructura social en manada han hecho que la prestigiosa publicación National Geographic cuente con él como colaborador. Además, Schimpf ha participado en la realización de documentales naturalistas como Oceans y Sea wolves (Discovery Channel), centrados en la estrategia de las orcas al cazar delfines para alimentarse. El submarinista ha compartido su experiencia y su amor por los animales marinos con los residentes y visitantes de Arona en dos conferencias, una abierta al público y otra dirigida a alumnos, dentro de la sexta edición del Festival. Ayer tuvo lugar la última, en el Auditorio Infanta Leonor, tras la que se le hizo entrega del galardón.

El consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, y el alcade de Arona, José Julián Mena, le entregaron el premio. Ambos coincidieron en destacar "la labor a favor de la conservación y respeto de la fauna marina que, a lo largo de sus veinte años de experiencia, ha llevado a cabo Rainer Schimpf."

En las dos conferencias, el submarinista dejó patente su pasión por los animales marinos y su entorno natural, que le ha llevado a compartir con ellos un acontecimiento anual impactante como es la Carrera de la Sardina, en Sudáfrica, considerada la migración más importante del mundo de un ser vivo y a la que acuden para alimentarse las ballenas. La identificación de Rainer con el mundo acuático es tal que ha manifestado que, si volviera a nacer, querría ser ballena.