Premio Nacional de Historia 2005, catedrático de Historia Social y del Pensamiento Político, Santos Juliá, fallecido ayer a los 79 años, era uno de los historiadores más destacados de la España contemporánea y el gran investigador de la figura de Manuel Azaña. Nacido en Ferrol (A Coruña) en 1940, cursó el bachillerato en el Instituto San Isidoro de Sevilla y se doctoró en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense. Tras finalizar sus estudios en Madrid obtuvo becas de investigación para ampliar estudios en la Universidad de Stanford (EE.UU.) y el Iberian Center de St. Antony's College de la Universidad de Oxford (Gran Bretaña).
Catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, fue director del Instituto de Ciencias de la Educación de la UNED, donde permaneció tras su jubilación, como profesor emérito. En 1983 fue asesor ejecutivo del Ministerio de Educación y Ciencia, entonces a cargo de José María Maraval, y en 1987 fue profesor visitante en el Departamento de Historia de la Universidad de California, San Diego, Estados Unidos. En febrero de 1991 fue nombrado por el Consejo de Ministros director general del Libro y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, en sustitución de Juan Manuel Velasco, implicado en unas declaraciones públicas contra la guerra del Golfo.
A los dos meses en el cargo, en abril, Santos Juliá dimitió de su cargo tras el cese de Jorge Semprún como ministro de Cultura. Impartió y presentó ponencias en numerosos cursos, seminarios y congresos celebrados en España y en diversos países extranjeros, como Gran Bretaña, Francia, Italia, Estados Unidos, Japón o Colombia.
Identidades colectivas
Desde 1977 publicó trabajos sobre historia política y social de España en el siglo XX, socialismo, sindicalismo y republicanismo, Frente popular, la ciudad de Madrid, la República, la dictadura y la transición a la democracia. Dedicó una particular atención a Manuel Azaña, de quien editó sus Obras Completas en siete volúmenes, acompañada de la biografía Vida y tiempo de Manuel Azaña, 1880-1940, ambas en 2008, y así como Manuel Azaña: una biografía política. Del Ateneo al Palacio Nacional (1990).
Recibió el Premio Nacional de Historia 2005 por su obra Historia de las dos Españas, una reflexión sobre dos sectores opuestos de la intelectualidad española de los últimos 150 años, donde advertía del riesgo de lo que él denominaba las identidades colectivas fijas, que "son una invención y están abocadas al enfrentamiento". Fue Santos Juliá autor de numerosos trabajos sobre historia política y social de España durante el siglo XX, así como de historiografía. Destacan Orígenes del Frente Popular en España 1934-1936 (1979), Un siglo de España. Política y sociedad (1999) o El aprendizaje de la libertad 1973-1986: la cultura de la transición (2000). Le siguieron El franquismo (2005, junto a Giuliana de Febo); Víctimas de la Guerra Civil (2005) y Hoy no es ayer. Ensayos sobre la España del siglo XX (2010).
Numerosas obras
Premio Francisco Umbral 2018 por su obra Transición. Historia de una política española 1937-17 de la fundación del mismo nombre, y Premio Internacional de Ensayo Caballero Bonald por Nosotros los abajo firmantes. Una historia de España a través de manifiestos y protestas, 1896-2013 (2014). Este mismo año, en 2019, Santos Juliá publicó La Guerra civil española: De la Segunda República a la dictadura de Franco y Demasiados retrocesos 1898-2018, una recopilación de artículos publicados en distintos medios de comunicación.
El historiador Ángel Viñas ha mostrado también en redes sociales su "consternación" ante el fallecimiento del profesor universitario. "Se nos ha ido un gran historiador. Mi pésame a su familia. Descanse en paz. No será olvidado". Tanto la editorial RBA como Galaxia Gutenberg se han unido a las condolencias a la familia del historiador.
"Maestro y referente de varias generaciones de historiadores y lectores, Santos Juliá aunaba la investigación más rigurosa con el análisis político más brillante. Era un trabajador incansable y enormemente perfeccionista. Poder editar muchos de sus libros fue un auténtico privilegio, siempre fácil, siempre estimulante y gratificador", ha recordado precisamente la editora de sus obras en Galaxia Gutenberg, María Cifuentes.
Entender el presente
El también editor de Galaxia Gutenberg, Joan Tarrida, ha recordado que Juliá concebía el estudio de la historia como "una forma de entender el presente, y no de manera abstracta sino encarnada en los individuos". "Sus libros son ya clásicos, y su voz se echará enormemente en falta", lamentó.
La muerte de Santos Juliá se cobró ayer numerosas reacciones desde distintos frentes. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha referido a Juliá como alguien que "supo leer este tiempo con especial lucidez y abrió las mentes a nuevas interpretaciones con cada uno de sus trabajos". "Un intelectual brillante que siempre apostó por la reconciliación. Ya le echamos de menos", ha señalado en Twitter. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha asegurado sentirse "muy apenada" por la muerte de "una de las voces autorizadas para hablar de la historia reciente" de España. Desde el Ministerio de Cultura y Deporte se ha hablado de "la personificación del intelectual comprometido" y alguien que ha procurado "con rigor y conocimiento aportar luz a las complejas situaciones" de la sociedad española, tanto en su pasado histórico como en el actual. Asimismo, el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades en funciones, Pedro Duque, ha afirmado que la universidad española -y "especialmente" la UNED- están "de luto". "Sus análisis certeros de la historia reciente de España nos quedarán para siempre", ha insistido. Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell, ha reiterado que los libros de Juliá son "indispensables para quien quiera conocer la historia contemporánea de España y del socialismo español".
