Canarias ya sufre en primera línea los efectos del cambio climático. Nuevas especies animales que se desplazan hacia las Islas, otras que huyen hacia aguas frías por el calentamiento del mar, más olas de calor o colas de huracanes son algunas de las consecuencias que se están haciendo notar cada vez más en el Archipiélago y que tienen que ver directamente con la polución y la elevada emisión de gases de efecto invernadero.

El consejero de Transición Ecológica, Lucha Contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno regional, José Antonio Valbuena, puntualizó ayer que las Islas suponen el 0,035% de las emisiones contaminantes que se generan en el planeta, lo que equivale a 13 millones de toneladas de CO2 anuales, un 3,83% del total de España, que cada año libera a la atmósfera 338 toneladas de dióxido de carbono. Puede parecer poco teniendo en cuenta las dimensiones planetarias del problema del cambio climático pero, según Valbuena, Canarias no puede estar ajena a esta situación porque ya está sufriendo los efectos y "cada uno tenemos que aportar todos nuestros esfuerzos".

No son especies exóticas

Actualmente se han datado hasta 30 variedades de aves tropicales nuevas que han llegado a las Islas por desplazamientos de sus lugares de origen debido al cambio climático. No se trata de especies exóticas invasoras, por lo que no suponen una amenaza para la biodiversidad de las Islas, advirtió Valbuena. "Al final lo que está provocando el cambio climático son desplazamientos de los seres vivos, sean personas o animales, que tienen que adaptarse y en Canarias tenemos que ser capaces de acoger a estas nuevas especies porque no son invasoras", añadió el consejero.

Pero también los problemas los tienen las especies que suelen habitar las aguas canarias. De hecho especies como las sardinas se están desplazando hacia el norte en busca de aguas más frías, lo que supone un impacto negativo en el sector pesquero. Al contrario ocurre con peces como el peto o el tamborilero, que rondan las aguas de las Islas llegados de otras latitudes. En los últimos tiempos notamos cada vez con más frecuencia las olas de calor, de hecho se han multiplicado por cuatro, mientras que la temperatura media en las Islas ha subido un grado centígrado en la última década.

José Antonio Valbuena participó ayer en el Foro del Club La Provincia -del mismo grupo editorial que EL DÍA, Prensa Ibérica- Las energías renovables en Canarias con una ponencia titulada Emergencia climática: hora de actuar, en la que realizó un repaso por las consecuencias que está ocasionando el cambio climático en el mundo, y en Canarias en particular, y el plan de acción que está poniendo en marcha el Gobierno regional para mitigar sus efectos y adaptarse a los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas y de la Unión Europea. El Foro estuvo patrocinado por Naturgy en Canarias.

Disminución de las lluvias

Valbuena también hizo hincapié en la progresiva disminución de las lluvias, lo que provoca una reducción de la humedad y, por consiguiente, que no se recarguen los acuíferos. De esta forma los abastecimientos son más deficientes y esta situación impacta en islas como La Palma, donde las necesidades de agua son vitales para el cultivo del plátano. Asociados directamente al clima están los fenómenos meteorológicos adversos, que se están multiplicando exponencialmente cada vez más. Valbuena recalcó que Canarias nunca había prestado atención a los huracanes y ahora se acrecienta la preocupación por las colas que llegan de su paso por el Atlántico. "Hace diez años nadie les prestaba atención a estos fenómenos y ahora estamos más atentos al centro de huracanes de Florida", recordó el consejero.

Algo que toca muy de cerca a José Antonio Valbuena como tinerfeño es la subida del mar de nubes que está experimentando la isla de Tenerife, lo que provoca que la vegetación suba la cota. Sin embargo, especies como los tajinastes o las tabaibas empiezan a tener problemas de adaptación porque hay un punto en el que no pueden subir más.

El titular de Transición Ecológica del Ejecutivo regional llamó también la atención sobre los efectos del devastador incendio que sufrió Gran Canaria en verano. Los gases tóxicos provocados por el fuego que calcinó parte de la masa arbórea de la Isla han supuesto el equivalente a la polución generada por todos los vehículos de Lanzarote y Fuerteventura en un año. Los incendios forestales suponen el 20% de las emisiones totales de gases de efectos invernadero que llegan a la atmósfera.