Llegar a toda la población infectada con el virus de la Hepatitis C ha sido el "caballo de batalla" de los sistemas sanitarios desde que se diseñó el fármaco retroviral que lo elimina con una efectividad del 95% y sin efectos secundarios. De ahí que los profesionales alrededor del mundo se hayan sorprendido al conocer que desde Tenerife se ha liderado un proyecto interdisciplinar que ha logrado por primera vez aumentar hasta el 95% la adherencia al tratamiento de los pacientes más difíciles, la población drogodependiente.

Con estos resultados, el proyecto conocido como Iniciativa holística en Tenerife, coliderado entre el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria y el centro San Miguel Adicciones, ha conseguido ser reconocido como una de las mejores prácticas de España en el marco del SLTC Summit 2019. Un foro que ha acogido a más de 700 expertos de 47 países distintos que han explicado sus proyectos de manejo y tratamiento de la hepatitis C.

Cuatro años con un plan

Desde que el Ministerio de Sanidad puso en marcha el Plan Estratégico para el abordaje de la Hepatitis C, en 2015, en toda España se han tratado más de 117.000 pacientes, la mayoría personas que hacen uso de las infraestructuras sanitarias. No obstante, existe aún una gran parte de la población infectada a los que los profesionales del sistema público de salud les es imposible llegar. La población drogodependiente, como afirma Luz Goretti Santiago, responsable del Servicio Farmacéutico del centro San Miguel Adicciones -uno de los participantes en el proyecto- "es compleja" de tratar. "Nadie les cierra las puertas, pero ellos mismos se bloquean y marginan", explica la médico, que insiste en que es necesario un abordaje especial para tratar a estos pacientes.

Un abordaje que tiene que contar con la colaboración de todos los especialistas que se vuelcan en la atención del paciente (médicos, psicólogos, trabajadores sociales) para crear un circuito de atención sanitaria específico, que evite los largos tiempos de espera. En eso es justamente donde reside el éxito de esta iniciativa que se ha convertido en un referente a nivel nacional. "Una persona drogodependiente vive en el día, si le das cita para dentro de tres meses, lo vas a perder", explica Santiago, que insiste: "si no lo adhieres a la consulta tampoco lo vas a hacer al tratamiento".

El proyecto se puso en marcha en 2015, primero centrándose en los pacientes que acudían a las instalaciones hospitalarias, para luego continuar con aquellos que estaban localizados en Atención Primaria. Una vez concluyó este cribado, los profesionales se enfrentaron a la más difícil, la de la población oculta. "Esta es la tercera fase del proyecto", manifiesta Francisco Pérez, jefe de servicio de Digestivo del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria. Una fase que comenzó el pasado 18 de marzo y que hasta el 31 de agosto había "rescatado" a cerca de 400 personas con este perfil. "Nos queda mucho por hacer", insiste por su parte Santiago, que es consciente de que solo en Canarias se contabilizan más de 12.000 pacientes drogodependientes.

No obstante, el avance que se ha conseguido es notable, pues hasta el momento, la adherencia terapéutica de las personas drogodependientas ha subido con este proyecto del 45 al 95%. "Por cada persona que tratamos el contagio de seis o siete", insiste Pérez con cierto entusiasmo. Y es que, con este tipo de resultados el objetivo de lograr eliminar el virus de la hepatitis C, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), parece acercarse cada vez más. "Es importante entender que todo esto no lo podríamos haber hecho sin la implicación de todos los profesionales", insistió la médico.

Pendientes de la cuarta fase

La cuarta fase del plan está pendiente de iniciarse en los próximos meses. Entre las actuaciones previstas por este grupo se incluyen el análisis de sistemas de información en población general, la colaboración con las unidades de psiquiatría e intervenciones específicas en sujetos con riesgo de trasmisión sexual. Por su parte, la principal conclusión del foro de debate celebrado en Valencia ha sido que la eliminación es posible, y para ello es necesario actuar de forma local, aplicando prácticas globales de referencia y, sobre todo, a través de la colaboración de los múltiples agentes interesados que pueden conducir a la eliminación de la hepatitis C.

Reducir los casos un 90% hasta 2030

Actualmente se estima que, en todo el mundo, más de 71 millones de personas viven con hepatitis C. En España, esta cifra podría rondar las 250.000 personas, aunque la mayoría se encuentra ya en tratamiento. La estrategia mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) contra las hepatitis, aprobada por todos los Estados Miembros, tiene como objetivo reducir los nuevos casos de infección en un 90%, y las muertes en un 65%, entre 2016 y 2030. De hecho, en el Día Mundial contra la Hepatitis 2019, la OMS realizó un llamamiento a todos los países para que inviertan en la eliminación de las hepatitis mediante el cálculo de los costos, la presupuestación y la financiación de los servicios de eliminación dentro de sus planes de cobertura sanitaria universal. Sin embargo, como alerta la organización, aunque la estrategia de eliminación de las hepatitis ha sido adoptada por muchos Estados Miembros y la mayoría dispone de planes al respecto o los están elaborando, "más del 40% de los planes nacionales carecen de líneas presupuestarias específicas para apoyar la eliminación".