Argentina que aún cree en una regeneración del Planeta, Sandra Myrna Díaz, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, pide a gritos que escuchemos a la naturaleza, que no para de decirnos cosas, y que asumamos cuanto antes que su capacidad de recuperación "es extraordinaria pero no infinita". "Hemos llegado al límite", concluye.

Definitivamente, ¿nos vamos a cargar el planeta? "Vivimos una situación inédita, y esto no solo es una opinión. Los cambios en el clima, la crisis del tapiz sobre la Tierra, los niveles actuales de extinción de especies que son cientos de miles de veces mayores que hasta ahora... Estamos ante el mayor desafío en la Historia de la Humanidad", asegura.

Sandra Myrna Díaz (1961) es argentina, bióloga, botánica y una de las voces más reconocidas en favor de la sostenibilidad de la naturaleza en el ámbito hispano. Profesora de la Universidad de Córdoba, en su país natal, e investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal.

Anima "a escuchar lo que nos dice la naturaleza". Muchas cosas, pero quizá la más importante "es que no podemos vivir sin ella, que llevamos, Naturaleza y humanos, millones de años de evolución conjunta". ¿Y qué hacer? Una argentina no podía renunciar a un ejemplo futbolístico: "mire, es como estar jugando un partido de fútbol, perder por varios goles y llegar a la conclusión de que lo mejor es irse al vestuario y abandonar el juego. Esa no es la solución".

Sandra M. Díaz vive en su Córdoba argentina muy a gusto con un clima que aporta lluvias en verano y un frío intenso pero a la vez un sol radiante en invierno. "Lo que pasa es que desde las ventanas de mi casa no veo un panorama muy alentador porque el avance de la agricultura industrial y el del sector inmobiliario de lujo son pavorosos".

Se piensa las palabras esta botánica especializada en el aprovechamiento de plantas, en primera línea de la lucha contra el cambio climático y que forma parte de las academias de Ciencias de los Estados Unidos y Francia y de la Royal Society. "La Naturaleza tiene una capacidad extraordinaria de recuperación, pero que no es infinita. Y estoy convencida de que hemos llegado al límite. Pero la ciencia nos indica que aún hay tiempo si nos lo tomamos muy en serio. No quiero caer en el pesimismo; de hecho, pienso que la única forma de realismo frente al problema es ser optimista. Hay una manera diferente de hacer las cosas".

Forma parte de un "frente de resistencia" que no se cree ni de lejos "ese mundo artificial del que nos habla la ciencia ficción. Un mundo sin naturaleza. Primero, porque hoy por hoy es físicamente imposible. Y segundo, porque en el hipotético caso de que fuera posible, ¿quién querría vivir así?".

Fascinada por el verde de Asturias, pone en guardia sobre este paraíso natural. Si no se cuida no es eterno, y lo pagarán las generaciones que vienen. El mensaje, contundente, parece que sangra menos cuando se compagina, mezcla y coincide con el ademán elegante de la galardonada con el premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica.

¿Conoce alguna especie depredadora que se acerque siquiera al nivel del ser humano? "Sandra Myrna Díaz, perfil teatral, matiza. "Es que no me gusta nada la palabra depredador... Los humanos siempre hemos querido intervenir en la naturaleza y siempre lo hemos hecho. Pero nunca hemos sido tantos como ahora y nunca hemos tenido tanto poder", responde.

Una mujer que mira con apasionada curiosidad los mundos vegetales que nos rodean. ¿Un árbol icónico? "El algarrobo argentino, distinto al de ustedes. Es un árbol fuerte, que allá tiene la misma consideración social que el roble en España. Especies con una resistencia que estoy segura de que les va a hacer mucha falta".

Argentina que aún cree en una regeneración del planeta. Sandra Myrna Díaz, premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica, pide a gritos que escuchemos a la naturaleza, que no para de decirnos cosas, y que asumamos cuanto antes que su capacidad de recuperación "es extraordinaria pero no infinita. Hemos llegado al límite".