La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Teresa Cruz Oval, se comprometió ayer a llevar a cabo un plan de salud mental y a desarrollar una red de atención temprana para atender a los 9.000 menores que presentan problemas de desarrollo en las Islas.

En una comparecencia en comisión parlamentaria, comentó que la población infanto-juvenil necesita de una actuación "inmediata", pues "si no se hace en tiempo y forma", habrá personas dependientes en el futuro. La consejera ha incidido en que la discapacidad se debe abordar" de manera transversal" para garantizar los derechos de las personas afectadas, subrayando que no van a gobernar "de espaldas" a este colectivo.

De esta manera, Cruz Oval comentó que el Gobierno tiene una estrategia "que adorna la estantería" y debe convertirse en un plan con una ficha financiera superior a los 15 millones de euros. "Con eso no nos da ni para poner en marcha la red de recursos de la población infanto-juvenil", agregó.

Según la consejera, la situación "es un drama" para las familias, especialmente en las Islas no capitalinas, y avanzó que se va a analizar si los recursos de los que se dispone en la actualidad para atender algunos trastornos están dando una respuesta adecuada, como los de trastornos alimentarios.

Así, incidió en que "la estrategia de salud mental hay que convertirla en plan y dimensionarlo en función de los recursos, porque no se puede seguir vendiendo humo".

Sobre la dependencia, destacó que una "mala atención" en Primaria influye en que las valoraciones "no salgan con agilidad", por lo que avanzó que habrá "coordinación y colaboración estrecha" con la Consejería de Derechos Sociales. "No vamos a mirar para otro lado", afirmó.

Cruz Oval indicó también que el Gobierno quiere impulsar la primera ley de sanidad pública de Canarias, pero antes, aprobará un decreto "con urgencia" que regule la atención sociosanitaria para personas con discapacidad, salud mental y mayores vulnerables.