M. H. negó ayer que un compatriota, Mohamed Z., fuera la persona que le asaltó a punta de cuchillo la noche del pasado 26 de febrero tras salir de una fiesta en un edificio del barrio de El Fraile, en el municipio de Arona. M. H. también negó que el acusado fuera la persona que le agredió con un arma blanca, lo que le causó un profundo corte que le ha dejado una cicatriz de unos ocho centímetros de largo en el lado izquierdo de la cara. De esta manera, según el testimonio de la víctima que fue oída ayer en declaración en el juicio que se siguió en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife contra Mohamed Z., este no habría participado en el atraco, sino otra persona no localizada y que responde al nombre de "Mayid".

Según añadió la víctima, el hoy procesado -en prisión desde el 10 de marzo por estos hechos- fue la persona que, incluso, "intentó separar" al presunto autor del ataque para que no siguiera agrediendo a la víctima, huyendo del lugar cuando vio que aquel le asestó una cuchillada en la cara y comenzó a sangrar de forma abundante.

Acusado y víctima declararon que se "conocían" por ser vecinos de la misma calle y acudir cuando hacían "quedadas" o "fiestas". Aquella noche habían ido a un domicilio cinco compatriotas a beber hasta que el tal "Mayid" empezó a discutir con la víctima, a la que le pretendió quitar su teléfono móvil y alguna pertenencia más, aunque no quedó claro ayer.

Ante esta declaración, y pese a que contradecía la primera declaración que realizó la víctima en el Juzgado de Instrucción número 4 de Arona, en funciones de guardia, la representante del Ministerio Fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales en las que mantuvo la petición de 10 años de prisión por un delito de lesiones con deformidad visible y, por un delito de robo con intimidación en grado de tentativa, dos años de prisión.

La defensa, por su parte, también mantuvo su petición de una sentencia absolutoria, pretensión que logró después de que el magistrado presidente del tribunal dictara una sentencia in voce por la que absolvía al hasta ahora procesado.