Como casi todos los años, la Vanessa de los cardos, Dama pintada o Mariposa cosmopolita se acerca a nuestra costa proveniente de África. Normalmente, lo hacía a finales de año y de forma más intensa en las islas orientales, pero este 2019 han arribado un poco más temprano (¿cambio climático?) y en oleadas que han alcanzado masivamente el extremo occidental del archipiéla- go canario. En estos días se han observado por miles ocupando prados y barrancos, llamando la atención del ciudadano de a pie que unas veces absorto, y otras preocupado, contempla cómo esta indolente invasión va llenando de hermosos insectos alados nuestros huertos y jardines.

A nivel mundial son muchas las "damas pintadas" que ostentan este nombre común. Así, tenemos especies como la brasileña, la australiana, la americana, la cosmopolita. Pero como dirían los anglosajones y aquellos que utilizan el inglés como lengua global ¿Quién es nuestra painted ladies?

Científicamente se le conoce como Vanessa cardui (Linnaeus, 1758)" antes Cynthia cardui. Es de tamaño mediano alcanzando entre 5 y 9 centímetros de envergadura alar. Debe su nombre de Dama pintada al brillante color naranja y marrón que predomina en la parte superior de sus alas con manchas y puntos de colores blancos y negros en el ápice alar. La parte inferior es notablemente más opaca, con tonos marrones y grises. Cuando la mariposa está en reposo une las alas, quedando al descubierto cuatro pequeños ocelos en el borde de su ala posterior.

Los machos patrullan su espacio

Los machos -por la tarde- patrullan de manera activa su espacio en busca de hembras receptivas. Si encuentran pareja, normalmente se retiran a la copa de un árbol, donde se aparearán durante la noche. Las hembras grávidas pueden llegar a poner más de 50 huevos y el desarrollo del ciclo completo depende del clima; a más calor más rapidez. En consecuencia, en las áreas subtropicales, puede durar de 33 a 44 días, mientras que en zonas más frescas, puede tardar hasta 60 días.

Sus larvas polífagas (comen de todo) se alimentan principalmente de vegetación ruderal, como malvas, cardos (de ahí uno de sus nombres), ratoneras, etc. Estas construyen mullidos nidos de seda en las hojas de sus plantas huésped donde se protegen de sus depredadores que incluyen, entre otros, a hormigas, avispas, arañas y aves. A medida que crecen las orugas, desarrollan una franja amarilla que baja por la parte dorsal de su cuerpo, sobre un tegumento oscuro moteado con manchas blancas y anaranjadas de las que sobresalen notables proyecciones espinosas. Alcanzada su madurez pupan para, transcurridos unos 9 días, dar lugar a un imago que inmediatamente emprenderá su vuelo en busca de compañera, dando comienzo de esta forma a una nueva generación.

Los adultos viven en prados, campos abiertos, áreas antropizadas, bordes de caminos, y generalmente en cualquier lugar soleado que proporcione néctar y plantas hospedadoras apropiadas. También son polífagos y sus fuentes favoritas de néctar incluyen los cardos, las margaritas, los tajinastes, la alfalfa, amorsécalos y un largo etc.

Es una de las mariposas de mayor distribución mundial pues habita en todos los continentes excepto la Antártida, estando considerada como especie nativa para todas las islas Canarias donde pueden prosperar varias generaciones al año.

Éxito reproductivo

Cría constantemente durante todo el año y de su éxito reproductivo dependen sus poblaciones en ambos hemisferios y por extensión, Canarias. Aunque sólo reside en climas cálidos, se desplazan -en primavera- desde sus lugares de hibernación en África tropical y a través del Mediterráneo hacia el norte, hasta ocupar gran parte del continente europeo, para luego regresar en el otoño. Es por lo tanto, una migrante multigeneracional que recorre anualmente más de 12.000 kilómetros, atravesando dos veces el Sahara, en un proceso migratorio circular, a lo largo del cual puede cubrir muchísimo terreno. Durante su viaje vuelan rápido y lejos, pudiendo alcanzar velocidades de casi 42 kilómetros a la hora y un ritmo de hasta161 kilómetros al día, utilizando generalmente los vientos favorables.

Para averiguarlo ha sido necesario estudiar los isótopos estables del hidrógeno presentes en las alas de este taxón. Las evidentes conclusiones han demostrado que el grueso de las poblaciones permanece en África tropical durante los meses de invierno, y que los individuos que retornan son muy probablemente la descendencia de los que han colonizado la región subsahariana durante el otoño. Aunque como se encuentran en continuo movimiento, hace muy complicado decidir de dónde a dónde migran.

Las migraciones

Cuando se desplazan entre regiones las circunstancias sugieren que se mueven a cotas tan altas que no es posible observarlas, hasta que aparecen de manera inesperada en un nuevo territorio. Vuelan bajo sobre el suelo, por lo general a una altura de dos a cuatro metros, esto las hace muy visibles para los observadores de mariposas, pero también muy susceptibles de chocar con los coches llenando nuestras carreteras de pequeños cadáveres.

¿Pero por qué viajan? Algunas pruebas sugieren que pueden estar relacionadas con el patrón climático de El Niño. En algunas otras regiones, parece que puede estar relacionado con la escasez de alimentos. Lo cierto es que las poblaciones que se desplazan del norte de África a Europa pueden incluir muchos millones de individuos. El interés por estos grupos a escala mundial radica en que en muchas regiones de la Tierra se están estudiando como bioindicadores ya que su presencia es síntoma de la buena salud de los espacios naturales en los que habitan.

Debido a todo lo comentado no dejan de maravillarnos. Igualmente, las mariposas son uno de los grupos de insectos más reconocidos, ya que son muy queridos por sus colores vivos y su ágil revoloteo haciéndonos por un momento cambiar la mirada. Asimismo, a lo largo de la historia han sido protagonistas de cuentos, fábulas y pinturas. Por eso en las aulas de Primaria de muchos países, los escolares a menudo reconocen esta mariposa, ya que criarlas es una actividad muy popular, permitiendo adquirir conciencia de lo extremadamente vulnerables y frágiles que son.

(*) Biólogo. Miembro de la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria Sabino Berthelot