El espectrógrafo EMIR del Gran Telescopio Canarias trabaja en la elaboración de un censo de galaxias en el universo temprano, una época en la que la formación estelar fue probablemente la más importante y activa en la vida galáctica, según el astrofísico Francisco Garzón. EMIR es un espectrógrafo infrarrojo, lo que le permite penetrar a través del polvo interestelar y estudiar los objetos más oscurecidos de la Vía Láctea, indica el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en un comunicado en el que precisa que el Grantecan cuenta además con el espectrógrafo Megara, y ambos han alcanzado su nivel máximo de operación.

"Tras su instalación, en junio de 2016 y marzo de 2017, respectivamente, se han probado diferentes estrategias de observación en el telescopio y los algoritmos de reducción de datos han alcanzado su madurez, por lo que, actualmente, ya están trabajando a pleno rendimiento", explica Romano Corradi, director del GTC.

Para Armando Gil de Paz, investigador principal de MEGARA y astrofísico de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), "las capacidades de este instrumento permiten a los científicos trabajar en prácticamente todas las áreas de la Astronomía, desde el estudio de poblaciones estelares a cúmulos galácticos y galaxias muy distantes".